BUENOS AIRES 15 May. (Reuters/EP) -
El partido entre los equipos argentinos Boca Juniors y River Plate, correspondiente al encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores que se disputaba este jueves en el estadio de 'La Bombonera', tuvo que ser suspendido después de que hinchas del equipo local lanzasen gas pimienta a los jugadores rivales.
Tras más una hora de espera, el árbitro Darío Herrera suspendió el duelo después de constatar que cinco jugadores 'millonarios' no podían seguir jugando tras ser atacados con gas pimienta desde una tribuna por un grupo violento de hinchas locales.
Los jugadores de River Plate Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter, Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni sufrieron quemaduras en la cara y el cuerpo como efecto del gas pimienta que les arrojaron cuando ingresaban al campo para iniciar el segundo tiempo.
Los cuatro jugadores fueron trasladados más tarde al hospital para recibir tratamiento por lo que una radio local describió como "quemaduras". El delantero Christian Driussi también resultó afectado.
Los dirigentes tardaron una hora y 13 minutos en tomar la decisión. "Sí, se ha suspendido el partido, así lo decidió la Conmebol", informó la Confederación Sudamericana por la megafonía del estadio. La Conmebol también requirió las camisetas de Kranevitter, Vangioni, Ponzio y otras más, con manchas naranjas del químico, como prueba de la agresión.
Hasta antes del incidente, el empate 0-0 permitía a River avanzar a los cuartos de final del torneo continental, después de haber ganado la semana pasada por 1-0 el partido de ida en el estadio Monumental.
Representantes de la Conmebol en el estadio dijeron que un comité disciplinario se reunirá el viernes y decidirá si se debe repetir el partido, completarlo en una sede neutral o adjudicarlo a River. "Es una vergüenza, no pueden pasar estas cosas", dijo indignado el entrenador de River, Marcelo Gallardo.
También habló del incidente el centrocampista Leonel Vangioni. "Abrieron la carpa y nos tiraron el gas pimienta directamente a los ojos. No es una guerra, es un partido de fútbol, la gente se predispone mal", dijo. "Estoy quemado en los ojos y a la altura del cuello, esto no se puede creer, es increíble, así no se puede jugar", añadió.
Durante la semana, el técnico de Boca afirmó en rueda de prensa que el clásico sería "una guerra deportiva".
"No están en condiciones, hay cuatro jugadores que están comprometidos, no sería justo", dijo el médico de River Pedro Hansen. El más afectado fue Ponzio. "Tengo el cuerpo y la cara quemados, una sensación muy fea", dijo Ponzio.
En la última visita de River al estadio de Boca, hinchas violentos rompieron con proyectiles las ventanas del autobús en el que viajaba el equipo, por lo que los jugadores tuvieron que ser protegidos por la policía.