MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los Tigres de la UANL no aprovecharon la ida de la final de la Copa Libertadores para meter presión a River Plata después de empatar sin goles en el Estadio Universitario, donde los mexicanos fueron algo más superiores y pudieron decantar la balanza a cinco minutos del final con una clarísima ocasión de Jürgen Damm, que deja todo abierto para la vuelta en el Monumental dentro de una semana.
El 'Muñeco' Gallardo, que fue expulsado en la segunda mitad y se perderá la vuelta, se hizo con la suya en el césped de San Nicolás de los Garza, ya que el planteamiento del técnico de los bonaerenses surtió efecto en las estrellas locales, con Jonathan Maidana como 'jefe' de su área, donde desesperó al ariete contrario, el francés André-Pierre Gignac, y así como a Rafael Sobís.
La maraña defensiva de los 'millonarios' resultó casi imposible de superar, con un balón al travesaño de Arévalo Ríos y un manso remate de Sobís como mejores ocasiones de los mexicanos en el primer tiempo, en el que los argentinos apenas rondaron el área, repitiendo su planteamiento conservador en el segundo, con su rival volcado.
El cansancio y la frustración fueron minando la confianza de Tigres, que sin embargo volvía a gozar de las mejores oportunidades. Sin embargo, un férreo Marcelo Barovero mantenía su meta a cero desbaratando las pocas oportunidades que llegaban a sus dominios.
Tras salvar en primer lugar el misil enviado por Juninho en una falta lejana, el guardameta acabó por erigirse en héroe por su aguante a cinco minutos del final, al no dejar ningún resquicio por el que Jürgen Damm pudiese abrir el marcador, provocando que cayese a un lado, y sin ángulo, perdiese una ocasión que pudo valer un título.