MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La final de la Liga de Campeones de la temporada 2016-2017 será especial para el entrenador del Real Madrid, Zinédine Zidane, no sólo por la posibilidad de entrar en la historia del torneo por ser los primeros en defender título en este formato, sino también por su pasado en su rival, una Juventus en la que creció futbolísticamente hasta dar el salto al equipo madridista.
'Zizou' fichó por la Juventus por 3,5 millones de euros procedente del Girondins de Burdeos, equipo en el que se dio a conocer ante el gran público europeo gracias al subcampeonato de Copa de la UEFA 1996 frente al Bayern de Múnich alemán y tras dejar algún gol para el recuerdo como el anotado al Betis desde el mediocampo.
Con 24 años y ya señalado como una de las esperanzas del fútbol francés, cambió Burdeos por Turín y un estilo de fútbol diferente, para el que tuvo que mejorar su físico gracias al trabajo de Giampero Ventrone. Su coste levantó muchas expectativas, pero el francés, sin hacer ruido como siempre, las justificó.
Preso de la táctica de Marcello Lippi que sacrificaba su habilidad ofensiva por trabajo más físico como pivote en un esquema 4-3-3, y de la siempre difícil adaptación al fútbol italiano para un jugador de sus características, la grave lesión de Antonio Conte provocó un cambio de esquema y su posicionamiento por detrás de los delanteros y su explosión, aunque le faltó consagrarse con la esquiva Liga de Campeones.
Zidane perdió las finales de 1997, ante el Borussia Dortmund, y de 1998, ante el Real Madrid, y en ambas no pudo mostrar su clase, sobre todo ante el equipo blanco, que le sometió a un férreo marcaje por parte de su compatriota Christian Karembeu y de las ayudas de Fernando Redondo.
Después de esas derrotas, no pudo volver a jugar una final del máximo torneo continental y finalmente, aquella servilleta de Florentino Pérez le trajo al Real Madrid en 2001 dejando a la 'Juve' tras conquistar dos títulos de Serie A, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa y un Balón de Oro, este gracias en buena parte a su actuación en el Mundial de Francia de 1998 que conquistó con los 'Bleus'.
En total, anotó 31 goles y repartió 33 asistencias en esas cuatro temporadas que estuvo en la 'Vecchia Signora', a la que guarda un gran cariño, pero no tanto como al Real Madrid, que sí le pudo dar, en 2002 y con su espectacular volea, uno de los mejores goles de la historia, la ansiada Copa de Europa. Esta noche, Zidane intentará que el campeón italiano siga frustrado en la 'Champions'.