MADRID 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
José Luis Ballester se convirtió este domingo en el primer golfista español en conquistar el Abierto de los Estados Unidos amateur tras derrotar en la final al estadounidense Noah Kent y unir su nombre así al de mitos de este deporte como Arnold Palmer o Tiger Woods.
Ballester, futuro estudiante de último año de Arizona State, ya había superado al alcanzar la final el mejor resultado del golf nacional en este evento, las semifinales del castellonense Sergio García en la edición de 1998. Fue el primer europeo en ganar este torneo desde que lo hiciese en 2018 el noruego Viktor Hovland.
Según indicó la Real Federación Española de Golf en nota de prensa, el español rayó a gran nivel en el recorrido del Hazeltine National GC de Minnesota y se coronó el día de 21 cumpleaños, batiendo a Noah Kent en la final celebrada a 36 hoyos y que dominó desde el principio, cuando se colocó 3 arriba en los primeros cuatro. Al paso por el 18, mandaba 4 arriba, pero su rival no se rindió y tras ganar el 31, el 32 y el 34, se colocó a uno solo a falta del último hoyo.
Sin embargo, Ballester aguantó, recuperó su mejor golf y finiquitó la victoria con un marcador de 2 arriba, lo que además le permitirá tener invitaciones, si sigue manteniendo su estatus amateur, para disputar en 2025 el Masters de Augusta, el US Open y The Open.
El jugador español acabó en el puesto 32 la fase clasificatoria y antes de derrotar a Kent se impuso al norteamericano Benjamin James por 2y1, al alemán Tiger Christensen por 3y1, al norteamericano Christian Brand por 2y1, al estadounidense Bobby Massa por 3y1 y a su compatriota Luis Masaveu por 3y2.
Ballester, que fue el único jugador del 'Top 10' del ranking amateur mundial en alcanzar los octavos de final, se unió a Jon Rahm como los únicos jugadores de España en ganar un torneo de la USGA ya que el de Barrika, que también jugó para Arizona State, ganó el US Open en 2021.
"Tenemos muchos grandes jugadores españoles, muchas grandes leyendas, poder añadir mi nombre a esa historia es muy dulce", celebró el jugador español, que confesó su nerviosismo en el último hoyo. "Podía sentir la adrenalina en mis venas, en mis antebrazos. Fue un verano duro en España, así que siento que todas esas emociones salieron a la luz", añadió.