BARCELONA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El piloto español y vigente bicampeón de MotoGP Marc Márquez (Repsol Honda) ha reconocido que ir al límite de sus posibilidades y las de su moto o llevar a cabo las 'salvadas' de caída que le caracterizan forma parte de un estilo y ADN que quiere mantener hasta el final, y es que además de por sus títulos mundiales, que ya tiene seis, quiere ser recordado como un piloto que da espectáculo.
"Las salvadas, ir al límite, forma parte de mi estilo y espero que la gente en un futuro me recuerdo como un piloto que va al cien por cien y ha dado espectáculo y carácter en pista, es lo que marca más allá de títulos. Recuerdo a pilotos que no han ganado más que a otros que han ganado títulos. Espero mantener este ADN hasta el final", aseguró en declaraciones facilitadas por el equipo.
Márquez, que este domingo se proclamó campeón del mundo de MotoGP por cuarta vez, aseguró que este Mundial ha sido distinto por la lucha que tuvo con Andrea Dovizioso (Ducati). "Ha sido un rival muy distinto Andrea, primero porque no me lo esperaba. Segundo, que he aprendido muchas cosas de él, la mentalidad de ir a la suya y no cambiar su estilo. Y he aprendido una lección muy importante; no menospreciar a nadie", manifestó.
"Hablábamos de Andrea como si fuera un 'outsider', que sí, vale, gana una carrera pero no para el campeonato. Aquí estamos los mejores del mundo, con herramientas y todo en su sitio puedes luchar por carreras y por un campeonato. Ha acabado siendo mi principal rival y ha sido una lucha súper bonita, tenemos amistad pero en la pista no había piedad. Siempre respetándonos al cien por cien", explicó de su relación con el italiano.
Pese a la fiesta en Cheste, y la que le preparan en Cervera para el sábado, aseguró que hasta que no esté en casa sentado una semana y pueda analizar lo sucedido "todo es difícil de digerir". "Me vienen los buenos momentos, y de los errores debes saber aprender. Te vienen los momentos de sufrimiento, cuando lo hemos pasado mal y que era la montaña más alta de los Pirineos y no la podíamos subir", comentó.
"Nunca descarté las opciones reales, pensaba que esto sería muy largo. Sí que fue después de Mugello cuando lo vi bastante difícil, pero después de Alemania, en Holanda, dije 'se puede'. Hicimos un cambio, volví a divertirme en la moto, cosa que había perdido. Me ayudaron a buscar ese punto de más, porque somos humanos y se pasan momentos de todo tipo", explicó.
Y es que para Márquez, su vida está pasando igual de rápido que él por meta. "Números de vértigo, como vas con la MotoGP, muy rápido. Tengo la sensación de que está pasando todo muy rápido. No me he podido parar a sentarme de temporada a temporada pero tampoco lo quiero hacer. Prefiero vivir el día a día", argumentó.
De cara al año que viene prometió trabajo y verse a sí mismo como uno más. "A partir del 1 de enero soy un piloto más, no el campeón del mundo. Seré un piloto más luchando por un título más. No paro a pensar en los números, aunque estoy viviendo un sueño y un momento dulce. Pies en el suelo y con la misma mentalidad", se sinceró.
Y, de este año, destacó la carrera en Phillip Island. "La carrera más divertida, para mí salvaje es divertido, fue Australia. Me estaba jugando el título, hubo palos de todo tipo, toques y carenados rotos, pero no me paré a pensar en el campeonato. Era yo contra cinco pilotos que sólo se jugaban esa carrera y no dudé en entrar al trapo. Me divertí mucho y acabé ganando la carrera", celebró.