MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda) tiene claro que ahora mismo, a punto de cumplir 24 años, pese a llevar ya cinco títulos mundiales, tres en la categoría de MotoGP, no piensa en una próxima retirada porque estar encima de la moto es "la mitad" de su vida ni tampoco en cambiar sus hábitos familiares.
El de Cervera es el protagonista de un reportaje que el diario estadounidense 'New York Times' publica este martes y en el que habla tanto de su carrera deportiva como de la importancia de su entorno y de mantener sus costumbres.
"Si tú me quitas mi moto, te llevas la mitad de mi vida", asegura Márquez, en relación al australiano Casey Stoner, que dejó el Mundial a una temprana edad, 27 años, para dedicarse a su esposa e hija recién nacida.
El piloto ilerdense sabe igualmente que su vida "no es exactamente lo que solía ser", pero advierte que su entorno continúa igual y siendo un pilar. "Si miras a mi familia, amigos y manager, el cambio ha sido cero", recalca.
Por ello, siempre que puede, vuelve a su Cervera natal, sobre todo tras el final de la temporada. "Entiendo que otros puedan pasar el verano en un lugar como las Maldivas, pero aquí es donde siempre he estado y donde todavía realmente quiero estar. Aquí también puedo entrenar con mi mejor amigo, mi hermano Àlex", confiesa.
El pentacampeón del mundo habla también de su estilo de pilotaje, criticado en algunas ocasiones. "Cuando llegué a MotoGP, hubo críticas de que era demasiado agresivo y que tomaba demasiados riesgos, pero ahora vemos que otros me han seguido", puntualiza, sin citar nombres.
"Si el motociclismo fuese sólo sobre velocidad, sin contacto corporal, estoy seguro de que todos seríamos amigos", ironiza un Márquez, cuya "habilidad única", para el expiloto estadounidense Freddie Spencer, "es la de reconocer lo que necesita hacer antes de hacerlo".
"Si alguien va a batir tu récord, quieres que sea alguien que puede elevar el nivel de todo el deporte, y claramente puedes ver que todos han tenido que trabajar un poco más duro para competir contra él", añade el americano, el más joven en ganar el título en la categoría 'reina' (21 años y 258 días en 1983) hasta que el catalán lo logró con 20 años y 266 días en 2013.
Para su manager, Emilio Alzamora, una de las ventajas del español es su capacidad de reacción por su experiencia en el motocross. "El motocross es improvisación, tienes que reaccionar a agujeros y surcos inesperados, lo que la mayor parte de los chicos que han rodado siempre en una pista llana no aprenden realmente", indica. "Marc era ya como una esponja, absorbiendo todo lo que un piloto hacía, como ninguno a su edad", remarca su tío, Ramón Márquez.
Además, el mayor de los Márquez tuvo que modelar su físico para hacerse a la MotoGP. "Marc desarrolló un cuerpo de hombre a los 18 ó 19 años", recuerda su padre Julià, el cual le acompaña en el Mundial y que en ocasiones le pregunta "si era realmente necesario ser muy agresivo" en alguna carrera. "La respuesta de Marc siempre es que si no lo intenta, no sabrá donde está el límite", afirma.
Pero pese a todas sus cualidades encima de una moto, ni Marc Márquez ni su hermano Àlex pueden olvidar las responsabilidades que conllevan cualquier chico de su edad. "Pueden ser campeones del mundo, pero siguen siendo mis hijos, y así es como las cosas necesitan hacerse en casa", asevera su madre Roser Alentà, tras 'abroncarles' por dejar una toalla mojada dentro de la bolsa tras acudir a la piscina.
"A veces no cenábamos para ayudar a comprar botas para nuestros hijos. La gente ve dónde Marc y Alex están ahora, pero nosotros sabemos que ha habido muchos sacrificios para llegar ahí", asegura la progenitora sobre los sacrificios en tiempos pasados.