MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda) defenderá su liderato en el Mundial de la categoría de MotoGP este fin de semana en el Gran Premio de Japón, decimoquinta cita del calendario y primera de la siempre exigente y decisiva gira transoceánica de tres carreras consecutivas y previa al cierre en Cheste (Valencia).
El actual campeón camina firme hacia su cuarta corona mundialista después de su victoria en MotorLand Aragón, que, junto a los fallos de sus dos más directos rivales, Andrea Dovizioso (Ducati) y Maverick Viñales (Yamaha), le permiten afrontar la tripleta de Grandes Premios compuesta por Japón, Australia y Malasia con un pequeño margen de ventaja que le puede ayudar a tomar menos riesgos.
El de Cervera se plantará en Motegi con 16 puntos de renta sobre un 'Dovi' que se resiste a tirar la toalla y que intentará presionar para mantenerse con opciones y con 28 sobre el de Roses, más necesitado aún sobre todo de victorias para no quedarse demasiado descolgado. El Mundial más apretado de las últimas dos décadas llega a su recta decisiva con este trío de candidatos, pero con actores secundarios de mucho peso dispuestos a jugar su papel de juez.
Ninguno tiene espacio para los errores. A falta de cuatro carreras para concluir el campeonato, un '0' puede ser letal para las opciones de cada uno y por ello las decisiones a más de 200 km/h deben ser ahora más acertadas que nunca, sobre todo por el riesgo de una caída y una lesión que en este momento apenas daría tiempo de recuperación porque no hay descanso ya en tres fines de semana siempre marcados en 'rojo' en el calendario.
Márquez llega fortalecido por su buen rendimiento a un trazado complicado como el de Motegi, pero del que guarda muy buenos recuerdos porque ahí se coronó campeón del mundo de la categoría 'reina' en 2014 y 2016. Además, el circuito nipón es la casa de Honda y eso siempre es una motivación para la fábrica y para sus pilotos que quieren dar el máximo ante la entregada afición japonesa.
Sin embargo, desde su ascenso a MotoGP, el piloto español sólo ha sido capaz de ganar una vez en el país del Sol Naciente, precisamente el año pasado, aunque de sus otras tres visitas, en dos fue segundo (2013 y 2014), y sólo en 2015 se quedó fuera del podio al ser cuarto. Desde su sexto puesto en Mugello, y sin contar el '0' de Silverstone por avería mecánica, el de Cervera ha estado siempre en el podio, muestra de una regularidad de la que no pueden presumir sus rivales y de nuevo clave para estar el mejor colocado para el título.
Para Andrea Dovizioso, el Gran Premio de Japón nunca le ha sido demasiado favorable en cuanto a resultados ya que únicamente tiene el segundo puesto de 2016 y de 2010, pero apela a la competitividad que ha mostrado su Desmosedici para plantar 'batalla'. Después de tomar el mando con sus victorias consecutivas en Austria y Gran Bretaña, no pudo alargar ese momento y su séptimo puesto en Aragón le obliga a ser más agresivo.
Maverick Viñales quiere marcharse de Japón mucho más cerca de sus dos rivales. El gerundense, señalado el favorito en la pretemporada, pero desde el Gran Premio de Italia, apenas ha podido estar delante de Márquez, al que, salvo en Gran Bretaña, nunca ha superado tras la bajada de bandera a cuadros. Sin ganar desde Le Mans y fuera del podio en las dos últimas citas, el gerundense, también en casa de Yamaha y que en 2016 fue tercero con Suzuki, debe volver al primer cajón para aumentar sus opciones.
A partir de aquí, el resto de candidatos sigue con opciones matemáticas, pero parece que demasiado alejados para poder ser, de momento, amenazas, aunque tanto Dani Pedrosa (Repsol Honda) y Valentino Rossi (Yamaha), cuarto y quinto clasificados a 54 y 56 puntos respectivamente, buscan más triunfos y jugar el papel de jueces quitando puntos a los favoritos.
El de Castellar del Vallés, que el año pasado sufrió una caída que le hizo perderse el resto de la gira, ha ganado en tres ocasiones en Motegi (2015, 2012 y 2011) y puede ser una 'ayuda' para su compañero como demostró en MotorLand donde fue segundo, mientras que el italiano espera que las dos semanas de descanso le hayan venido bien para recuperarse de su lesión en la pierna y volver a estar con los mejores como ya atisbó en su sorprendente regreso en Alcañiz.
Jorge Lorenzo, por su parte, llega avalado por su segundo podio del año en el GP de Aragón y en busca de más éxitos que le hagan terminar lo más alto posible en la general su primer año con Ducati y también para arañar puntos claves, aunque sean a costa de Dovizioso.