MADRID 4 May. (EUROPA PRESS) -
El Mundial de MotoGP llega a Europa esta semana con la disputa del Gran Premio de España, cuarta cita del Campeonato que se celebra en el Circuito de Jerez de la Frontera, y con el inesperado líder Valentino Rossi (Yamaha), un eterno campeón con la regularidad que buscan su compañero Maverick Viñales y Marc Márquez (Repsol Honda).
El nueve veces campeón del mundo no se ha bajado del podio en tres carreras, mientras que los dos favoritos al título tienen ya un cero en su casillero. Rossi se ha sumado a la pelea por el Mundial por méritos propios y esa ambición sin límites cada vez que llega un domingo. El italiano domina la general provisional con 56 puntos, seis más que Viñales y 18 que Márquez.
Sin duda, el de Urbino venderá cara su piel para seguir disfrutando de una posición que no esperaba. La confianza del veterano piloto, campeón en el trazado andaluz el año pasado, donde ya ha ganado en nueve ocasiones, es un problema añadido para sus rivales. Por si fuera poco, Jerez, carrera 3.000 mundialista, podría deparar la primera pelea de gallos en unas curvas con mucha historia, sobre todo la última.
En Catar ganó Viñales sin oposición, en Argentina también el nuevo piloto de Yamaha triunfó en una accidentada carrera con el cero de Márquez cuando lideraba la prueba y en Austin el de Cervera alargó su idilio con los Estados Unidos y fue el de Figueras quien se fue al suelo. En todas, Rossi estuvo al acecho para subir al podio. Ahora, nadie quiere fallar a la cita y el asfalto jerezano apunta al primer cuerpo a cuerpo.
Viñales querrá recuperar la línea triunfal con la que estrenó el curso. Esos 50 puntos se vieron frenados por la exigencia que planteó Márquez en territorio yanqui. El dominio de la Honda forzó a un Viñales que en la segunda vuelta sufrió una caída que le costó el liderato. El gerundense sabe que a su 'M1' le va bien Jerez por lo que querrá resarcirse y volver a una pelea en la que sigue más exigido el equipo Repsol Honda.
Márquez se estrenó en Estados Unidos, donde no sabe otra cosa que ganar en MotoGP, y ahora quiere dar continuidad a su victoria en un circuito en el que ganó en 2014, curiosamente su única victoria mundialista en este trazado. El de Cervera tiene menos margen de error en un Mundial dominado de momento por las Yamahas. Por ello, el vigente campeón tiene que poner en práctica la lección aprendida de otros años, la de ser regular y minimizar errores.
Por su parte, Dani Pedrosa (Repsol Honda), ganador en Jerez en 2008 y 2013, busca dar continuidad a las buenas sensaciones de Austin, a pesar de que se vio superado claramente por Rossi, donde logró un tercer puesto con el que olvidar su cero en Argentina. El de Castellar del Vallés no quiere convertirse en espectador de la pelea y aspira a seguir progresando en la configuración de su moto.
ANIVERSARIO PARA UN LORENZO NECESITADO DE ALEGRÍAS
La llegada del Mundial a Jerez sin duda es especial para los pilotos españoles, al calor de su público, aunque un punto más de emociones tendrá Jorge Lorenzo. El balear, que da nombre a la última curva, debutó en el Campeonato de motociclismo en el trazado andaluz hace 15 años y este jueves cumplió 30, un asfalto sobre el que ha ganado en cinco ocasiones y con el que llega ahora a lomos de la Ducati y necesitado de alegrías.
El tres veces campeón de la categoría reina lleva un undécimo, un abandono y un noveno puesto con su nueva moto, con la que no termina de estar cómodo. Hace dos semanas, en el Gran Premio de Las Américas, experimentó un paso adelante que sin embargo sigue lejos de la cabeza. El Mundial no para y Lorenzo va contrarreloj para no descolgarse de la lucha en la primera parte de la temporada, aunque Jerez "no es el mejor trazado para Ducati", avisa.