MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La exgimnasta española Almudena Cid reconoce la dificultad que le supuso su retirada porque tuvo "un sentimiento de pérdida de identidad" y se quedó sin su "lugar de expresión", al tiempo que también reivindica que el deportista se coloque por fin "en el lugar de la pirámide" que se merece y obtener el reconocimiento a toda su dedicación cuando pone el punto y final.
"Para mí fue muy dura la retirada como para todo deportista porque tienes un sentimiento de pérdida de identidad, asocias toda tu vida a la figura de la gimnasta y yo me he defendido en el mundo con la gimnasia. Y de repente me quité mi lugar de expresión, donde cabrearme y reivindicar", señaló Almudena Cid en una entrevista con Europa Press con motivo de su papel de embajadora de Ausonia en la lucha contra el cáncer de mama.
Sin embargo, "con el paso del tiempo" y gracias a un "análisis tan profundo" cuando se puso a escribir, descubrió que "la identidad" seguía en ella y que "lo único que había hecho el deporte es autodescubrirte y descubrir qué o cómo eras". "Descubrí que la creatividad era un punto importante en mi etapa deportiva y que fue mi característica", admitió.
"Creo que todo lo que iba aconteciendo después a nivel profesional ni siquiera era algo buscado o pactado conmigo misma. Intentaba explorar otras opciones de expresión y fui encontrando la interpretación, la escritura o la narración, y aunque la gente me lo tiñe como algo excepcional, creo que tiene todo el sentido del mundo en alguien que busca poder seguir contando historias", apuntó la autora de la serie de cuentos 'El Mundo de Olympia', basada en sus vivencias, y de 'Caminar sin punteras', y también actriz en series como 'El secreto de Puente Viejo'.
La vitoriana ha encontrado "espacios" donde además ve que ha hecho "bien" su trabajo. "Y eso es quizás para mí lo más sorprendente porque es muy complicado tocar una tecla y que funcione, aunque todo es efímero", advierte Cid, que saldrá en una serie de Disney que "se emitirá en 2025" y que no olvida que una vez que escribes un libro y lo entregas "deja de ser tuyo". "Son trabajos que no son tan constantes como sí que siento que fue la etapa deportiva, pero afortunada de haber podido explorar otros lugares y de alguna forma llegar a la gente", añadió.
Ella vivió como gimnasta "experiencias muy fuertes como es representar a tu país o jugártelo todo en 90 segundos". "Hemos hecho cosas en edades que no es lo habitual y cuando dejas el deporte, primero te queda una herencia física con la que tienes que convivir y con ciertos dolores crónicos porque el alto rendimiento es así", confesó.
Pero también "hay una sensación de abandono". "Y lo más complicado para los deportistas es volver a crearte un círculo de seguridad en el que te sientas cuidado porque al final el ser humano cuida y necesita que le cuiden. Y cuando estás en el deporte de alto rendimiento, te crees que te están cuidando y lo único que cuidan es que tu rendimiento sea óptimo", lamenta.
"Cuando lo dejas, te das cuenta que has sido, primero, instrumento para la sociedad, para el deporte español, para los Comités Olímpicos y los Consejos Superiores de Deporte, y tienes la sensación de haberte sentido un poco utilizada, y luego, por otro lado, la de abandono", relató.
"VEO DIFÍCIL QUE UNA GIMNASTA HAGA CUATRO JUEGOS COMO YO"
Por ello, "no es casualidad" que se haya creado un grupo de deportistas que hace unas semanas participó en una jornada en el Congreso para reclamar una solución a su situación laboral tras la retirada y que "puedan cotizar a la Seguridad Social".
Cid ha vivido "suicidios y depresiones de compañeros, situaciones muy límites de compañeros que han dado resultados a este país y han sido inspiradores". "Creo que no merecemos esto, pero hemos despertado un poco y vamos a colocarnos en el lugar de la pirámide que realmente merecemos, porque parece que estamos abajo y que los demás existen gracias a nosotros", sentenció al respecto.
La española puede presumir de ser la única gimnasta de rítmica que ha participado en cuatro Juegos, desde Atlanta'96 hasta su adiós en Pekín 2008, un hito que ve "difícil que ocurra otra vez" porque en primer lugar ella debutó en este evento "con 16 años" y "hace mucho tiempo" que esto no sucede en su deporte, aunque en Paris 2024 se hayan visto gimnastas jóvenes.
Además, se ha complicado el alargar la carrera. "Por ejemplo, pensar en Darja Varfolomeev, la actual campeona olímpica, no sólo en Los Angeles sino en los siguientes Juegos, lo veo complicado. Aunque lo he hecho, hay tantos factores como que las lesiones te respeten, que tu círculo de entrenamiento siga siendo igual de productivo y eficaz para tu forma de trabajar, que no haya cambios estructurales o que la gimnasta se vaya adaptando bien a los cambios que haya en el código", subrayó.
"Cuando pienso en cómo pude hacerlo, creo que fue porque tenía una capacidad de adaptación muy fuerte y que no era la mejor, sino que era alguien que estaba entre las mejores del mundo y que iba adaptándose bien a los cambios. Pero cuando encima eres la mejor, como es el caso de Varfolomeev, no sólo tienes que adaptarte a los cambios sino que tienes que defender ese primer puesto", recalcó Cid.
Con todo, se siente "afortunada de haber roto ese techo de cristal". "De hecho, las gimnastas se plantean dos Juegos Olímpicos con naturalidad, cosa que antes era hasta complicado de verbalizar, y creo que ahora ver a gimnastas entre dos y tres Juegos pues sí que será factible con mucho esfuerzo también", zanjó.
"EN PARÍS FALTÓ IGUAL CREER QUE UNOS JUEGOS SON IGUAL QUE UN MUNDIAL"
Sobre la actuación de la rítmica española en París, donde no estuvo al nivel esperado, principalmente el equipo que aspiraba al podio y no pasó a la final, tiene claro que "no compitieron bien". "Yo estaba con el micrófono (de RTVE) y dolía mucho tener que narrar una realidad como era esa", admitió.
"Igual ha faltado no tanto el trabajo como la preparación de la cita en sí, el creer que unos Juegos son iguales que un Mundial o un Europeo. Ya han podido experimentar que no es así, que hay un sentimiento diferente que modifica algo de ti, que por mucha rutina y por mucho que quieras pensar que esa competición tiene que ser igual, hay algo en el contexto que lo modifica y hay que trabajarlo desde otro lugar y con otra estrategia", manifestó la exgimnasta.
Esta cree que todas las gimnastas que estuvieron en Paris 2024 "van a continuar" y que lo vivido les habrá servido "como experiencia". "Creo que todo suma y luego está la realidad de que es un deporte que con una mala respiración puedes echar tu trabajo por tierra. Ha sido un golpe de realidad de la que creo que todos van a aprender algo muy positivo", deseó.
Finalmente, Almudena Cid se refiere al momento de su deporte en España. "Evidentemente, si estuviese en mis manos como se deberían hacer las cosas, cambiaría mucho", resaltó. "Primero, dotando a los clubes y a las escuelas de conocimiento, porque muchas veces las entrenadoras se ven sobrepasadas. Es un deporte que ha crecido muchísimo, con muchísima práctica, y donde exponencialmente crece lo bueno y lo malo", agregó.
"La única forma de que exponencialmente crezca mejor lo bueno es dando herramientas y recursos. Creo que todavía estamos muy lejos de que los de arriba de nuestra federación piensen más en la base. Al final, muchas veces ahogan a estas 'pequeñitas' estructuras, pero hay mucha voluntad, mucho amor, mucha dedicación y mucha pasión, que es lo eclipsa las carencias. Vas a una competición como el Euskalgym que se llena con 8.000 espectadores todos los años y eso habla del crecimiento de este deporte, que es siempre una opción que está a la mano de las niñas cuando empiezan en el colegio. Creo que tenemos la responsabilidad de cuidarlo un poco más", concluyó.