SYDNEY (AUSTRALIA), 6 (Reuters/EP)
La australiana Sally Pearson, actual campeona del mundo y oro olímpico en Londres de los 100 metros vallas, anunció este martes su retirada a los 32 años después de no poder superar una racha de lesiones que le han lastrado en las últimas temporadas.
"Me enorgullecido siempre de estar en la línea de salida lista para ganar. Ya no creo que pueda conseguir esto nunca más", lamentó Pearson en un comunicado. "Es por ello que mucho pesar que llego a la conclusión de que es el momento de retirarme de esta fase de mi vida y entrar en la siguiente", añadió la campeona del mundo en 2011 y 2017.
Pearson, que comenzó su carrera deportiva alternando las vallas con los 100 metros lisos, logró su primer gran éxito en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, donde conquistó la plata en los 100 metros vallas por detrás de la estadounidense Dawn Harper.
A partir de ahí, se convirtió en una de las mejores vallistas del mundo y vivió su mejor época entre 2011 y 2012, logrando el oro mundial en Daegu (Corea del Sur) en 2011, el olímpico en Londres 2012 y el mundial en pista cubierta en Estambul, este en los 60 metros vallas.
Posteriormente, fue plata en los Mundiales de Moscú de 2013 y en 2015 sufrió una grave lesión durante la reunión de Roma de la Liga Diamante y que incluso le hizo temer que le tuviesen que amputar la mano, después de que los médicos describiesen el daño como "una explosión ósea" en su muñeca.
Esa lesión, problemas musculares y en el tendón de Aquiles le impidieron prepararse adecuadamente para los Juegos de Rio de 2016, a los que finalmente tuvo que renunciar por un desgarro muscular, pero aún así fue capaz de recuperarse para ganar su segundo oro mundial en Londres en 2017.
"Me gustaría decir que los Juegos de 2012 son mi recuerdo favorito, pero debo decir que los Mundiales de 2017 me sirvieron para que me demostrarse a mí misma que todavía podía hacerlo. Para mí, fue mi momento de más orgullos como atleta y entrenadora porque me entrené a mí misma, pero creo que Londres siempre me robará el corazón", se sinceró Pearson ante los medios.
Sin embargo, ese título fue su último gran éxito porque los problemas físicos volvieron y otra lesión muscular ponía en duda su participación en los Mundiales de Doha y que le ha abocado a la retirada y a renunciar también a los Juegos Olímpicos de Tokio del año que viene.