Archivo - La presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, en el acto de celebración en el Consejo del décimo aniversario del triunfo en el Mundial de Sudáfrica
Archivo - La presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, en el acto de celebración en el Consejo del décimo aniversario del triunfo en el Mundial de Sudáfrica - Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 30 marzo 2021 14:37

   La ya expresidenta del CSD logró sentar a Rubiales y Tebas para poner en marcha el fútbol tras el parón por la COVID-19

   "Lo peor fue mandar a casa a los deportistas", dijo la directiva, que inició las reformas de la Ley del Deporte y el plan ADO

   MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La ya ex presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD) Irene Lozano cierra este martes su etapa al frente del deporte español tras un año y dos meses en los que ha afrontado la crisis de la COVID-19 y el aplazamiento de Tokyo 2020, logró una paz temporal entre los presidentes de LaLiga, Javier Tebas, y la RFEF, Luis Rubiales, con la firma de los 'Pactos de Viana', y el compromiso de que el fútbol femenino sea profesional en el curso 2021-22.

   "Ha sido un año muy duro para todos. Para los deportistas, que tuvieron que gestionar una enorme incertidumbre, especialmente a raíz del confinamiento y de la suspensión de los Juegos Olímpicos. Siempre estaré agradecida por su actitud ejemplar durante el parón", comentó a Europa Press en el balance de su primer aniversario en el cargo.

   Apenas accedió al despacho de la Ciudad Universitaria, junto al INEF y las pistas de atletismo del CAR, e Irene Lozano empezó a ver cómo se cancelaban competiciones, entre ellas la Eurocopa de fútbol y los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, los deportistas se tenían que entrenar en casa por el coronavirus. "De repente, todos los planes, todas las ilusiones, se desvanecieron", apuntó la primera secretaria de Estado de la España Global.

   Un mes después, el 14 de abril, de la declaración por el Gobierno del Estado de Alarma para hacer frente al coronavirus, los presidentes de LaLiga, Javier Tebas, y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y ella misma firmaron en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores los llamados 'Pactos de Viana'.

   Aquel acuerdo histórico obligaba a los tres organismos a trabajar de forma conjunta, y en un "clima de paz", para lograr el retorno de las competiciones profesionales en cuanto la pandemia lo permitiera. También se modificó el decreto sobre la comercialización de los derechos audiovisuales de 2015, con lo que se elevaba el dinero para la RFEF y y para que el CSD ayudara a algunos deportes a afrontar los estragos de la crisis por la COVID-19. Igualmente se creó una nueva fundación para ayudar a las federaciones a gestionar sus derechos audiovisuales.

   El 23 de mayo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el retorno de las competiciones de fútbol y baloncesto "a partir del 8 de junio", en un clima en el que sintonía entre el CSD y el ministerio de Sanidad era clave para que el deporte se convirtiera en uno de los primeros sectores de la economía en salir de la pandemia.

   En ese mismo mes se creó el Grupo de Tareas para el Impulso del Deporte (GTDI), plataforma que unía a todo el sector bajo el amparo del CSD y que logró que los deportistas retomaran los entrenamientos durante el proceso de desescalada.

ESPAÑA, ESCENARIO DEL 'DEPORTE SEGURO'

   En junio, y a través del GTID, el Consejo lanzó la estrategia de 'Deporte Seguro' que Lozano presentó ante el director general de la OMS, Tedros Adhanom, en la sede de dicho organismo en Ginebra. La OMS reconoció, el 2 de octubre, a España como un "modelo" por su estrategia de salida del deporte en la pandemia.

   Entre los méritos figuraba el regreso del fútbol profesional, la fase final de la ACB en la 'burbuja' de L'Alquería del Basket de Valencia, los grandes premios de MotoGP y Fórmula 1 disputados en España, la Vuelta a Burgos, la primera gran carrera ciclista posCOVID y, posteriormente, La Vuelta a España.

   En septiembre, Lozano logró sacar adelante el Protocolo para el retorno del deporte no profesional, después de una negociación "muy difícil" con los responsables de las 17 Comunidades Autónomas y de 65 federaciones deportivas. El texto final incluyó la recomendación de hacer pruebas de diagnóstico de la COVID, que finalmente se generalizan debido al menor coste que suponían los test de antígenos.

LIGA PROFESIONAL FEMENINA DE FÚTBOL

   En septiembre, la ya ex secretaria de Estado para el Deporte anunció el compromiso del Gobierno para que la Liga Iberdrola de fútbol femenino sea profesional en la próxima temporada 2021-22, que comienza en septiembre, y en diciembre firmó la renovación del Plan ADO, lo que supuso que el CSD asumía el 65 por ciento de la cuantía total de las becas después de que uno de los tres socios mayoritarios, RTVE, se cayera de la financiación.

   Lozano puso la primera piedra para la reforma del plan creado para apoyar a los deportistas a preparar los Juegos Olímpicos desde Barcelona'92, y de la Ley del Deporte, tareas que deberá culminar su sucesor en el cargo, José Manuel Franco, junto a la anunciada profesionalización del fútbol femenino y la Ley de Profesiones del Deporte.

   En 2021, Franco dispondrá como 'herencia' de un presupuesto de 251,1 millones de euros, un 38 por ciento más que el año pasado y el más alto del siglo para el organismo, con unas subvenciones para las federaciones deportivas de más de 53 millones, según anunció el Gobierno hace tan solo una semana.

   "Desde Barcelona'92 nunca se había hecho una apuesta tan firme y sólida por el deporte", dijo en presentación de las cuentas en el Congreso la periodista y escritora, quien abandonó el despacho aledaño a las ilusiones de los atletas olímpicos por otra carrera, la de las urnas del próximo mayo por alcanzar el Gobierno de Madrid.

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