"Ha sido el Dakar más duro en Arabia, pero también el más bonito"
MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La piloto española Laia Sanz (Astara) tiene claro que, tras alcanzar su "techo en motos" con un noveno puesto en el Rally Dakar 2015, todavía "no ha llegado ni mucho menos" en coches, por lo que sueña con competir en un equipo oficial con un T1+, ya que ha "demostrado" que es "regular" en una prueba que vivió en 2024 su edición "más dura en Arabia Saudí, pero también la más bonita".
"Ha sido el Dakar más duro en Arabia, pero también el más bonito. Echaba de menos un Dakar así, me ha encantado, el concepto de las 48 horas (etapa maratón), de estar ahí realmente solos, un poco más de supervivencia que los últimos años, con etapas tan duras y largas, a mí me ha encantado", insistió Sanz en una entrevista a Europa Press.
Para la veterana piloto, "los tres primeros (Dakar) en Arabia fueron más 'light'", porque "eran más rápidos", algo que va en contra de la esencia de la carrera. "Un Dakar debe ser una carrera en la que si pierdes diez minutos, no estés fuera de tu lucha con quien sea. No tiene que ser solo correr, también supervivencia, navegar, cuidar la mecánica", dijo.
Una de las novedades de esta edición, que "encantó" a Sanz, fue la etapa maratón de 48 horas. "Ahí eras tú, tu copiloto, tu coche y lo que lleves encima, por eso tienes que gestionar. Es verdad, que es el peor día para que te pase algo, pero me gustó. Hay que felicitar a ASO porque logísticamente era complicado, bajar al 'Empty Quarter' es un gran trabajo, está muy aislado, pero pediría que se vuelva a repetir. Se ha vuelto a la esencia del Dakar", celebró.
La catalana, de 38 años, sacó el máximo partido a su Astara de nuevo en 2024, culminando un nuevo Rally Dakar --ya son 14, siempre ha sido 'finisher'-- y haciéndolo en una meritoria decimoquinta plaza en la general de coches, por encima de lo esperado, y tercera en su categoría de 4x2.
"En Astara hemos hecho un buen trabajo todos. Íbamos con un coche mejor, el 'staff' también estuvo mejor, los mecánicos estuvieron genial, pero obviamente a mí me gustaría, y creo que podemos, tener un T1+, podríamos meter el coche más adelante. Estoy segura. Hemos demostrado que somos regulares", pidió la de Corbera de Llobregat.
Sanz cree que ha llegado el momento de subirse a un T1+ y pelear con los mejores, después de lograr una 15 posición en la general, por delante de favoritos como los dos Audi de Mattias Ekstrom o Stéphane Peterhansel, o de Nasser Al Attiyah, que abandonó. "Sueño con eso", reconoció.
"Estamos por el buen camino, lo que depende de nosotros lo estamos haciendo bien, estoy intentando hacer todo lo que puedo. A veces también hay decisiones que no dependen de ti, pero obviamente me gustaría, mi objetivo sería llegar a un equipo oficial, porque es donde puedes salir a atacar mucho más, haces kilómetros durante el año, haces test, llegas conociendo el coche perfectamente", explicó.
Y como argumento, Sanz destacó orgullosa que "aquí en España ninguno" puede presumir de haber acabado todos los Dakares que han iniciado. "Si fuera un amateur que va solo a acabar, es más fácil. Pero hemos acabado yendo a ritmo, porque en moto hemos hecho 7 u 8 'top 20', un 'top 10', varios 'top 15'", recordó.
"Y en coche, este año hemos empezado a soltarnos un poco, pero creo que tiene mérito. Mi virtud es que me conozco bien y creo que nunca paso los límites, pero sé dónde puedo apretar, dónde no. Porque cuando corres en plan semiprivado, hay que pensar que cuando rompes el coche, te toca pagar las facturas", agregó.
Otro de los ingredientes para también funcionar en la categoría de coches es que, "ya en el tercer año, empiezas a conocer un poco cómo va todo". "El secreto es gestionar los problemas lo mejor posible con las herramientas que tienes. Los días que se ha podido correr, que hemos podido tener etapas 'limpias', lo hemos hecho bien y hemos demostrado un muy buen ritmo", agradeció la catalana.
"Con trabajo, con mucha pasión, porque me encanta lo que hago, y con ganas de aprender y humildad. Yo dejé una posición cómoda en moto, teniendo un buen contrato, y me fui a lo desconocido. Mucha gente no lo haría. Es empezar de cero, volver a rehacer todo el camino, que no es fácil, pero al final siempre me ha gustado salir de la zona de confort", reveló Sanz.
Y es que no esconde que, aunque ha "disfrutado mucho en moto", su tiempo sobre dos ruedas "ya pasó". "En moto estás solo, pero también a veces te da incluso más satisfacción, ahora lo compartes con el copiloto. En el coche tienes más seguridad y vas un poco más relajado", argumentó.
Asimismo, puso de relieve el trabajo de su copiloto, el italiano Maurizio Gerini, con el que tras tres años tiene "más confianza". "Pero eso hace que te mandes a freír espárragos a veces. Pero es una relación sana, quien diga que no hay un momento de tensión en el coche miente, hay mucha tensión, mucha presión, al final somos personas. Pero hemos trabajado muy bien juntos", manifestó.
Para la catalana, el mundo de la moto es "tan difícil, tan exigente", que sería "imposible" volver con un alto rendimiento. "Ahora me costaría hacer de los 25 primeros porque han pasado cuatro años. La edad hace que el peligro lo veas más y las lesiones al final pesan, mi cuerpo no es el mismo que hace cinco o diez años", añadió cerrando las puertas a un regreso a la moto al alto nivel.
Además, Sanz apuntó que su noveno puesto en motos en el Dakar de 2015 fue su "techo" sobre dos ruedas. "Mi techo en coche no ha llegado ni mucho menos. Aquello era lo máximo a lo que podía aspirar en moto, pero no tengo este sentimiento en coches, necesito mejores herramientas y entrenar más, tener las mismas oportunidades que otros con los que estás luchando", reiteró sobre la opción de conducir un 4x4 en el futuro.
No obstante, la piloto admite que, siendo "realista", "ahora mismo hay 5 ó 6 tíos que pueden ganar el Dakar y ya". "Obviamente, hay gente que puede ganar etapas, puede hacer una etapa brillante, pero creo que el resto no están al nivel de ganarlo. Y diría que lo que es ganar, ganar, igual solo hay 3 ó 4 que pueden", sentenció.