MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Carlos Sainz (Audi) acaricia ya su cuarta victoria en el Rally Dakar después de la avería sufrida este jueves durante la undécima etapa del 'raid' del francés Sebastian Loeb (Prodrive) y que deja al madrileño con una considerable ventaja en la clasificación general antes de la jornada final.
El veterano piloto madrileño tiene en su mano un nuevo éxito en el Dakar a sus 61 años, con el añadido de hacerlo además con su cuarta marca diferente. Así, tras estrenarse en 2010 con un Volkswagen, tuvo que esperar ocho años para volver a conquistar la victoria con Peugeot y algo menos, en 2020, para hacerlo con Mini.
Ahora, el 'Matador' puede lograrlo, salvo avería mecánica fatal, con Audi y la peculiaridad del vehículo que le ha diseñado la marca alemana, eléctrico y muy complejo en comparación con el de sus rivales, pero que hasta el momento ha acertado a llevar hasta la victoria sin excesivos problemas.
La penúltima 'batalla' en Arabia Saudí era una especial de 420 kilómetros entre Alula y Yanbu, con el peligro de las rocas que hicieron estragos en la víspera y que fue fatal para un Loeb que quería seguir apretando a Sainz hasta el final. El alsaciano había reducido hasta algo más de 13 minutos su diferencia con el español tras un miércoles protagonizado por los 'pinchazos'.
Loeb, que salía por delante del madrileño, empezó por detrás, pero fue recortando hasta que su vehículo dijo basta por una avería mecánica en la horquilla delantera derecha. El camión de asistencia no llegaba y el francés pareció despedirse de cualquier opción al solicitar a la organización que le recogieran para abandonar la especial.
Así, lo confirmaron desde el Dakar que anunciaban que Loeb podría tomar la salida de la última etapa, pero que su lucha con Sainz por la victoria final había "terminado". De hecho, en un vídeo en redes sociales se pudo ver el momento en el que el español pasaba por el punto del percance del francés.
Sin embargo, poco después, el nueve veces campeón del mundo de rallys recibió la asistencia del equipo Hunter del Team YunXiang China T1+ y pudo reanudar finalmente la especial, aunque ya cedía más de una hora con Carlos Sainz, lo que le dejaba casi imposible cualquier opción de victoria, pero sí de podio.
A partir de ahí, el piloto español trató de tomárselo con más calma sobre todo tras lo sucedido en la anterior jornada, lo que aprovechó el francés Guerlain Chicherit, que llegó a estar a más de dos minutos en el kilómetro 254, pero que lo redujo a nada en el 333 (1 segundo). Al final, Sainz, que había decidido no asumir excesivos riesgos, aflojó aún más tras sufrir un pinchazo en los kilómetros finales de la especial.
El veterano piloto de 61 años concluyó la penúltima jornada, con Chicherit repitiendo su victoria del miércoles, en la tercera posición para afianzar su liderato en la clasificación general donde tiene una hora y 27 minutos de renta sobre el belga Guillaume de Mevius (Overdrive) antes de la última especial de 175 kilómetros con salida y llegada en Yanbu. Nani Roma (Ford) concluyó noveno y Laia Sanz (Astara), decimonovena.
Por otro lado, en la categoría de motos, el estadounidense Ricky Bravec (Honda) tiene también bien encarrilada su segunda victoria tras la del año 2020 después de finalizar segundo en esta penúltima etapa a 32 segundos del botsuano Ross Branch (Hero), que está todavía a más de 10 minutos, con el francés Adrian van Beveren (Honda), tercero a más de 14.