NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 6 May. (Reuters/EP) -
El boxeador filipino Manny Pacquiao ha sido demandado en varios tribunales de Estados Unidos por personas que denuncian haber pagado por ver el denominado 'Combate del Siglo' contra el estadounidense Floyd Mayweather, pero que se sintieron defraudadas porque el asiático ocultó una lesión antes de la pelea.
Al menos cinco demandas fueron presentadas contra Pacquiao el pasado martes en tribunales federales de California, Illinois, Nevada y Texas. Las demandas buscan una indemnización en virtud de las leyes destinadas a proteger a los consumidores, y así compensar mediante una acción colectiva a quienes compraron entradas, a los pagaron por ver la retransmisión televisiva e incluso a quienes apostaron por el resultado del combate.
"Las demandas son objetiva y jurídicamente injustas, y esperamos que sean desestimadas en el momento oportuno", aseguró este miércoles en un comunicado Daniel Petrocelli, abogado de Pacquiao y de Top Rank Inc, una compañía de promociones que representa al filipino y que también fue demandada junto al púgil.
Una de las acciones judiciales también nombra como demandado a Mayweather, a su compañía promotora y a varias empresas que participaron en la difusión y publicidad de la pelea, como la unidad de Time Warner Home Box Office Inc, la división de CBS Corp Showtime Networks Inc, AT& T Inc, Comcast Corp y DirecTV.
MAYWEATHER NO SE PRONUNCIA
Los portavoces de Mayweather y de dichas empresas no respondieron de inmediato a estas solicitudes, que se presentaron pocas fechas después de que Pacquiao perdiese por decisión unánime en Las Vegas ante el norteamericano, y cuando se ponía en disputa el campeonato del peso welter para la Organización, el Consejo y la Asociación mundiales.
Tras la finalización del 'Combate del Siglo', el promotor de Pacquiao, Bob Arum, confirmó que su pupilo se había visto afectado por una antigua lesión en su hombro derecho. Un posterior estudio médico ratificó que el filipino tenía un problema en el manguito rotador, el cual requirió cirugía reparadora.
Pero aparentemente, ni el boxeador filipino ni su equipo informaron a la Comisión Atlética de Nevada sobre el problema hasta poco antes de la pelea. En ese momento era demasiado tarde para que la directiva investigara si realmente estaba lesionado, y no había posibilidad de realizar estudios ni se presentaron certificados médicos al respecto.