PEKÍN, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El asturiano Samuel Sánchez entró en la historia al convertirse en el primer ciclista español en ganar una medalla en la disciplina de ciclismo en ruta de los Juegos Olímpicos, y lo hizo de la mejor manera posible, con el primer oro español en los Juegos de Pekín.
Cinco etapas en la Vuelta a España, tres triunfos en la Vuelta al País Vasco, un campeonato de Zurich, el segundo puesto del UCI ProTour en el 2006 y el cuarto puesto en el Mundial de Salzburgo 2006 conformaban el envidiable palmarés que presentaba Samuel Sánchez a los Juegos Olímpicos, donde el asturiano puso el broche de oro a su historial con un triunfo que le convierte en campeón olímpico para los próximos cuatro años.
Samuel, que milita en el Euskaltel Euskadi desde que pasó a profesionales en el año 2000, no pudo alzar los brazos como ganador de una carrera hasta la Escalada a Montjuic de 2004, pero desde entonces hasta la medalla de oro en Pekín su carrera ha estado plagada de éxitos.
El asturiano dio su gran salto de calidad en la temporada 2005, cuando logró su primer triunfo en la Vuelta a España, edición en la que terminó undécimo, en la etapa que finalizó en el santuario cántabro de la Bien Aparecida antes de cerrar el año con una nueva victoria en Montjuic.
Y si 2005 fue un año de triunfos, la temporada 2006 confirmó al ciclista del Euskaltel Euskadi en la élite. El segundo puesto en la Flecha Valona, dos victorias en la Vuelta al País Vasco, una etapa en la Vuelta a España y el triunfo en el Campeonato de Zurich le valieron para terminar segundo en la general del UCI Pro TOUR.
Además, su magnífica temporada le valió para ganarse la confianza del seleccionador español Paco Antequera, que le convocó para el Mundial de Salzburgo, donde se quedó a las puertas de un podio en el que sí estuvo Alejandro Valverde, que se hizo con la medalla de bronce.
Caracterizado por llegar en forma al final de temporada, Samuel centró su objetivo del año 2007 en un podio en la ronda española después de ganar la etapa de la Volta a Catalunya que finalizó en el Tibidabo y hacer lo propio en la contrarreloj de la Vuelta al País Vasco.
Y el asturiano no falló en su objetivo. Con una de sus típicas demostraciones de habilidad en la bajada del alto de Monachil, llegó sólo a la meta de Granada y con otra exhibición de fuerza ganó en el alto de Abantos para acechar el tercer puesto que ostentaba el australiano Evans cuando sólo quedaban dos etapas para el final en Madrid.
Nueve segundos le separaban de su primer podio en una 'grande' y su oportunidad pasaba por una contrarreloj de 20 kilómetros, a priori un terreno desfavorable para él. Pero impuso su estado de forma en la última semana de las grandes vueltas y sorprendió ganando en Villalba ante todos los especialistas, para cerrar la Vuelta a España con tres triunfos y un tercer puesto final.
De nuevo Antequera contó con él para el Mundial de Stuttgart y otra vez Samuel no defraudó al seleccionador español, mostrándose como el ciclista español más activo en los últimos kilómetros y terminado séptimo a ocho segundos del ganador, Paolo Bettini.
La temporada 2008 fue el momento elegido para debutar en el Tour. Aunque en el inicio del año se dejó ver menos que otras veces, se presentó en la carrera de 'su' tierra para prepararse de cara a la ronda francesa y se hizo con un triunfo en la contrarreloj, en un test que le confirmó que su preparación iba por buen camino de cara a su debut en el Tour, en el que terminó séptimo en su primera participación.
Indiscutible en la lista para los Juegos, el asturiano viajaba a Pekín como tercera opción española para el triunfo después del triple campeón del Mundo Óscar Freire y del murciano Alejandro Valverde, pero con menos responsabilidad para el trabajo 'sucio' que los dos últimos ganadores del Tour, Carlos Sastre y Alberto Contador.
Consciente de que tenía que buscar sus opciones y tras la retirada de Freire, Samuel estuvo atento cuando se formó la escapada final en la última vuelta y se marchó en busca de la gloria junto al italiano Davide Rebellin y al luxemburgués Andy Schleck.
Ni la llegada del ruso Kolobnev con el australiano Rogers ni la aparición del 'expreso de Berna', Fabian Cancellara, como invitado de excepción en los dos últimos kilómetros pudieron con Samuel, que, con un sprint memorable, hizo sonar por primera vez el himno español en los Juegos de Pekín al recoger la medalla de oro a los pies de la Gran Muralla China.