Luana Marton: "Uno de mis mayores objetivos es ir con mi hermana a Los Ángeles"
MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La taekwondista húngara Viviana Marton no esconde que iba "con mucha confianza" en sí misma, diciéndose que era "capaz de ganar a cualquiera" en los Juegos Olímpicos de París, en los que se colgó la medalla de oro en la categoría de -67 kilogramos en su debut en una cita olímpica con 18 años.
"Desde que me levanté, pensé en que tenía que hacer mi trabajo y en todas las horas que he entrenado al 100%. Iba con mucha confianza en mí misma y diciéndome que soy capaz de ganar a cualquiera si hago bien las cosas, si hago lo que mis entrenadores dicen, si me concentro y estoy ahí presente", declaró Viviana Marton en una entrevista con Europa Press tras participar con su equipo 'Hankuk' en los 'Aperitivos Deportivos' del instituto de Formación Profesional Universae.
La de 18 años, nacida en Canarias, notaba que el día de la competición "podía pasar cualquier cosa", y que todas las cosas que hacían "salían bien". "Todo lo que habíamos entrenado lo hacíamos fluyendo y sin miedo, al 100%. Salíamos al tatami disfrutando del estadio y de todo el mundo", confesó.
Preguntada por la gestión del éxito después de conseguir el oro olímpico tan joven, algo que ya le sucedió a su compañera de entrenamiento, la española Adriana Cerezo, la deportista explicó que "así es el deporte" y que ahora lo importante es "seguir trabajando en equipo para seguir creciendo como equipo y como persona".
"Yo creo que si seguimos así, saldrán otra vez los objetivos que ella quiere y que nosotros queremos también", dijo sobre la madrileña, que no pudo pasar de los cuartos de final en París, después de ser subcampeona olímpica en Tokio.
Marton se hizo muy famosa después de subir al tatami con una bandera canaria, en honor a la tierra donde se crió, pese a competir por Hungría, el país de sus padres y con el que decidieron competir tanto ella como su hermana gemela Luana, campeona del mundo en 2023 en la categoría -57 kilogramos.
Ella señaló que a los húngaros "les ha parecido superbien" y que "lo entienden perfectamente", y reconoció que ha recibido "un cariño enorme de todo el país". "Cada persona que me ha parado por la calle me dijo lo orgulloso que está, y la verdad estoy súper feliz de todo el cariño que he recibido", apuntó.
La taekwondista no pierde la motivación pese a haber conseguido el hito de ser campeona olímpica con 18 años, y quiere seguir demostrando que es capaz de lograr lo que se propone. "No voy a cambiar nada. Vamos a seguir trabajando así porque así en este proceso es como nos ha funcionado el trabajo. Hay que seguir con este trabajo y a conseguir más objetivos", afirmó.
Por último, sobre lo especial que es trabajar con el equipo 'Hankuk', Viviana Marton remarcó que intentan "entrenar todo el equipo al 100% cada día", motivándose y haciendo que cada entrenamiento "tenga una buena energía".
"Cuando tú pisas el gimnasio, hay una energía súper distinta y la verdad es que todo el mundo quiere lograr el mayor objetivo personal que pueda. Nos ayudamos entre todas y entrenamos al 100% y eso hace que todo el mundo no baje el ritmo", concluyó.
LUANA MARTON: "UNO DE MIS OBJETIVOS ES IR CON MI HERMANA A LA28"
Por su parte, su hermana también taekwondista Luana Marton dijo en el mismo evento que uno de sus "mayores objetivos" es ir con su gemela a los Juegos de Los Ángeles y que cuando le vio en el podio como campeona olímpica "en ningún momento" sintió "envidia" por ella, y que lo considera como "un trabajo de las dos".
"Yo cuando vi a 'Vivi' ganando el oro dije 'vamos a tope para Los Ángeles'. Tengo muchas ganas de empezar ya la temporada y entrenar con todo mi equipo. Uno de mis próximos objetivos es ir con mi hermana a Los Ángeles y trabajamos cada día para lograr el oro", declaró.
"Cuando el año pasado gané el Mundial y ella quedó quinta, estaba superfeliz también, y todos estos meses en los que hemos trabajado para los Juegos Olímpicos, y ahora que ha conseguido la medalla de oro, yo estaba igual de contenta. Es un trabajo de las dos juntas", destacó.
Ni siquiera Luana, que entrena cada día con su hermana, se esperaba que Viviana, en su debut, pudiera proclamarse campeona olímpica con 18 años. "Yo meses antes no lo había pensado, pero cuando empezamos la preparación olímpica, cambió muchísimo mental y técnicamente su forma de competir, y yo ahí, antes de ir a los Juegos sí creía que pudiese ganar la medalla de oro", señaló.
Por ello, estaba "convencida" de que si su hermana "hacía su trabajo" y lo que habían practicado en los entrenamientos, "podía ganar". "Cada combate que pasaba, la verdad es que intentábamos estar en calma, y yo le motivaba siempre, le decía que estuviese tranquila e hiciese las cosas con cabeza. Ese era mi objetivo ese día, calmarla y animarla", aseveró.
La deportista destacó que entre todos los compañeros del equipo 'Hankuk' se apoyan "muchísimo" y que todas quieren "lo mejor para la otra". También elogió a sus entrenadores Jesús Ramal y Suvi Mikkonen, que les apoyan "muchísimo a cada una".
"Nos motivan, saben qué queremos nosotros, saben nuestros sueños y nos ayudan a conseguirlo", agradeció. Para ella, todo el equipo es "una familia muy unida". "Nos ayudamos entre todos, no hay ninguna envidia y somos un equipo fuerte", concluyó la taekwondista, que se mostró determinada a ir "a por todas" en Los Ángeles en cuatro años.