PARÍS, 8 Sep. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Ramón Chamorro) -
El atleta asturiano Alberto Suárez conquistó este domingo la última medalla, la número 40, para la delegación nacional presente en los Juegos Paralímpicos de París al ganar la plata en la prueba de maratón de la clase T12 para deportistas con discapacidad visual, mientras que la catalana Elena Congost fue descalificada tras haber ganado el bronce por una irregularidad con su guía a escasos metros de la meta.
De este modo, España acaba su participación en la cita francesa con siete oros, dos menos que en Tokyo 2020, 11 platas y 22 bronces, en la decimoséptima posición del medallero de Paris 2024 y con un ligero y positivo aumento respecto a hace tres años donde logró 36 metales. Pudo ser un domingo feliz, pero quedó la amargura de lo sucedido con Congost, oro paralímpico en maratón en 2016 y que corría esta prueba ocho años después y tras haber dado a luz a cuatro hijos.
Este sinsabor dejó como única alegría la de un veterano como Alberto Suárez, que como la catalana, volvía a subir al podio de unos Juegos Paralímpicos ocho años después cuando sumó la plata en un maratón en el que reinó en Londres 2012. En Tokyo 2020, sin estar del todo bien físicamente, fue quinto y por el circuito parisino volvió a demostrar que es uno de los mejores.
El ovetense, de 46 años, hizo una carrera inteligente y no se inquietó porque el tunecino Wajdi Boukhilia y el marroquí El Amin Chentouf, oro en Tokio y en Río de Janeiro, saliesen lanzados desde el mismo inicio y se escapasen, con el primero marchándose pronto también en solitario.
Suárez, en cambio, prefirió tener más calma y fue el que encabezó un grupo perseguidor que parecía que se podría jugar el bronce, tomando el mando de las operaciones a partir del kilómetro diez. El español demostró ser el más fuerte y fue descolgando al resto a partir del kilómetro 33, y además recibió la noticia del paulatino hundimiento de El Chentouf. Eso le dio un plus para apretar un poco más y acabar sobrepasando al marroquí y llevarse una valiosa plata con un tiempo de 2:24.02, su mejor marca de la temporada, a 1:57 de Boukhili. El otro representante español, Gustavo Nieves, fue octavo también con mejor marca de la temporada (2:29:26).
CONGOST, DESCALIFICADA
Poco después llegó el bronce inicial de Elena Congost, que tenía el reto de volver a correr esta prueba ocho años después de haberla dominado en Río de Janeiro y tras haberse clasificado corriendo solo el Maratón de Sevilla, además de tener que alternar su preparación con la crianza de cuatro hijos, tres niñas, las dos mayores, Arlet (6 años) y Abril (4), en París.
Ataviada con unas zapatillas con mensajes motivadores de sus hijas, la catalana demostró que la 'locura' de su regreso no era tanta y que estaba a la altura de las mejores. No pudo con las marroquíes Fatima Ezzahra El Idrissi, demoledor oro con nuevo récord del mundo (2:48:36), y Meryem En-Nourhi, pero sí con el resto de rivales.
Congost, acompañada por Mia Carol como guía, fue muchos kilómetros con la japonesa Misato Michishita, pero fue más fuerte cuando el maratón entraba en su recta final y fue cogiendo una ventaja que la hizo asegurar el bronce. La española entró bien en la recta de llegada, todo lo contrario que su acompañante, muy acalambrado y al que intentó ayudar para que no se cayese, con la mala suerte de que en ese gesto, la cuerda que les une se soltó por momentos a escasos metros de la meta.
La catalana ni siquiera se percató y en su paso por la zona mixta, plena de felicidad, no era todavía consciente de que los jueces la iban a descalificar por una infracción de la Regla 7.9.5. El Comité Paralímpico Español (CPE) presentó una apelación, pero esta no fue adelante y el bronce fue para Michishita.
Por su parte, la veterana Mari Carmen Paredes, con su marido Lorenzo Sánchez, ovacionada por la grada de la meta situada en los Inválidos, finalizó décima, pero la descalificación de Congost y de otra atleta la premió con un diploma.