PARÍS 8 Sep. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Ramón Chamorro) -
El atleta español Alberto Suárez se mostró feliz por conquistar este domingo una medalla de plata en el maratón T12 de los Juegos Paralímpicos de París que "sabe a gloria" y reconoció que le dio motivación y "fuerza" para el tramo final cuando vio que sólo tenía dos rivales por delante y que uno de ellos iba "muerto" y le podía "coger".
"Sabe a gloria, es muy emocionante porque al final son muchos meses trabajando para estar aquí. En Tokio llegué un poco lesionado y eso te hace pues tener la sensación agridulce, pero el trabajo se vio reflejado ahora en este segundo puesto y a disfrutarlo con todos los que estuvieron aquí y los que me ayudaron a entrenar día a día para poder estar aquí y tener esta medalla", señaló Suárez tras la carrera.
El asturiano remarcó que tanto el tunecino Wajdi Boukhili como el marroquí El Amin Chentouf "salieron muy fuertes desde el kilómetro cero" y que él desconocía si por delante iban "dos o tres". "Tenía esa duda de que en qué posición estaba y mi entrenador me había dicho que era un poco arriesgado salir ya por debajo de ese ritmo de 3:20 e intenté mantenerme ahí en ese grupo secundario al principio un poco refugiado hasta el kilómetro 10", apuntó.
"Cuando vi que el ritmo no era lo que habíamos pensado porque pensaba estar más en el 3:23, 3:24, estábamos por encima de ese 3:25, y me dije que iba a intentar tirar yo y en ese riesgo no las tenía todas conmigo porque se pegaron a mí el tunecino y el ruso, pero tuve la fortuna en el 33 de que se empezaron a descolgar y en el 34 o el 35 vi en el avituallamiento que estaban dos por delante de mí y eso me dio un poco de motivación", apuntó.
Luego, el atleta ovetense de 46 años recibió la información de que el segundo clasificado "estaba muerto". "Le podía coger y esa fuerza fue la que me hizo poder llegar al final ahí", afirmó el triple medallista paralímpico.
"Creo que también esa motivación de haber quedado segundo es la que me hace estar un poco más entero ahora. Tenía buenas sensaciones durante toda la carrera, aunque hubo momentos, no voy a decir de crisis tanto física como mental, con el viento en contra, un repecho o algún giro que no controlabas bien, que te ibas y lo sufrían las piernas. Me encuentro entero y espero que ahora no tenga ninguna recaída que siempre le doy algún susto al servicio médico", apuntó
Sobre el recorrido, pensó que "iba a ser un poco encerrona, en algún giro, en algún tramo de adoquín". "Sí que es verdad que hay tramos complicados que nos meten por paseos de río, un poco atípico para un maratón importante como es uno paralímpico. Este último tramo se me hizo un poco pesado de piernas, pero creo que era por el adoquín, de no pisar bien, y al final creo que fue menos duro de lo que pensaba", indicó.
"Esta medalla va dedicada a mucha gente, la verdad, sobre todo a mi familia, a mi hijo, que mañana cumple 15 años. En el 2012 (cuando fue oro en Londres) ese día cumplía 3. Sobre todo a él, a mi mujer que está aquí, que son los que me aguantan día a día en casa, con mis malos momentos y mis buenos también. Y a mi entrenador que está constantemente a mi lado, a gente que me ayuda a entrenar todos los días ahí en Oviedo", sentenció Suárez.