MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El exatleta español Fermín Cacho se siente "orgulloso" de su que imagen festejando en meta su oro en los 1.500 metros de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 sea una de las que "más se haya visto" y subrayó que para él fue "clave soñar y creer" en que podía conseguir ese éxito.
El 8 de agosto de 1992, el soriano dejó una de las imágenes más simbólicas de aquella cita en la Ciudad Condal de la que se cumplen ahora 25 años. Un gran cambio de ritmo a falta de más de 200 metros le permitieron coronarse en los 1.500 metros ante la ovación y alegría de un abarrotado Estadio Olímpico.
"Lo único que hice fue aportar un poco más a que el deporte español esté como está ahora. Creo que todos estuvimos luchando, primero por nosotros, que teníamos un sueño de estar en Barcelona y dar lo máximo. Sí que es cierto que mi entrada en los últimos metros y en meta, sea una de las imágenes que más se haya visto y me siento muy orgulloso por ello", aseguró Cacho en declaraciones a Europa Press.
El soriano hizo balance de su "magnífica" experiencia en la única cita olímpica de la historia de España, que pasó a la historia por su afán cooperativo y organización y fue modelo a imitar en las siguientes candidaturas.
"Primeros Juegos y ganar, mejor no se podía empezar. Para mí, aparte de que llegué tres días antes de empezar las competiciones, estaba muy mentalizado en el atletismo, sobre todo, porque era la última semana y la experiencia fue fantástica, de estar y compartir muchas cosas en la Villa y los resultados acompañaron", apuntó.
Cacho confesó que rebosaba confianza en los momentos previos a la gran carrera por el oro. "Antes de los Juegos, tratas de estar todo el tiempo entrenando. El momento clave es el día de la final, pero antes, no te surgen dudas, simplemente el pensar '¿Llegaré o no llegaré?'", recordó el soriano, que cree que los resultados antes de Barcelona estaban "saliendo bien".
"El último mes, que fue importantísimo, fue un mes de desconectar de la gente y quedarte solo entrenando y, al final, sigues autoconvenciéndote de que se puede hacer. La clave es soñar y creer en lo que quieres", aseguró.
Más allá de esa "constancia, trabajo y sacrificio" previo, el de Ágreda comentó que el momento en el que decide atacar en los últimos 250 metros de carrera, "surgió espontáneamente" para él, apuntando que fue un aspecto que no era posible planificar.
"Cuando corres con otros once rivales que quieren ganar, tú les vas escuchando cómo respiran, les ves las caras, escuchando el ruido de los clavos sobre la pista... Yo cuando llegué a los últimos 250 metros y vi que se estaban abriendo y vi el hueco, dije 'Por aquí paso y hasta el final', explicó.
Finalmente, otra de las imágenes más recordadas de su participación en la cita olímpica de la Ciudad Condal fue su encuentro con los Reyes, "el momento de más nerviosismo" para Cacho, que se caracterizó por una espontaneidad y naturalidad pasmosa, fuera de los protocolos habituales.
"Para mí, fue un momento de más nerviosismo que cuando estaba en la línea de salida, porque no sabía cómo tenía que saludar. Darte la enhorabuena, darte la mano, un abrazo y se rompieron todos los protocolos. Con la Reina igual, prácticamente lo mismo. Ahí me sentí mucho más tranquilo y más liberado", admitió.