PARÍS 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El tirador español Carlos Llavador asegura que llega a los Juegos Olímpicos de Paris 2024 "con ganas" y la intención de tirar "fuerte y al máximo", en su segunda cita olímpica tras la de Tokyo 2020, en la que fue eliminado en primera ronda, y con el actual número 14 del ranking mundial.
"Estar aquí en los Juegos Olímpicos, en este gran escenario del Grand Palais, pues al final estoy muy motivado, con muchas ganas de poder dar lo mejor e intentar tener ese gran resultado que necesitamos en la esgrima. El apoyo que hemos tenido motiva y nos llena de energía y estamos con ganas para poder tirar fuertes y al máximo", aseguró en rueda de prensa este miércoles.
Llavador, de 32 años, reconoce que siempre ha ido "al límite". "También en Río me quedé el primero no clasificado, o sea que siempre he estado ahí un poco en la cuerda floja. Y bueno, pues es que no esperaba estar aquí y es un premio a toda la temporada, una buena temporada. Ahora tengo ganas ya, centrado en este nuevo objetivo y a por todas", valoró.
El zurdo madrileño, número 14 del mundo, fue sparring del equipo inglés en Rio de Janeiro 2016 y en Tokyo 2020 devolvió la esgrima española a unos Juegos desde aquel bronce de 'Pirri' en 2008. Bronce europeo en 2015 y bronce mundial en 2018, Llavador trabaja desde hace seis años en Italia, con la mejor escuela, en busca de la táctica que necesita para crecer en su disciplina.
En la capital japonesa cayó en primera ronda. Tres años después, vuelve a unos Juegos después de una montaña rusa de emociones, con la reasignación de plazas de la Federación Internacional. Una grata sorpresa que confía aprovechar.
"Hemos competido bien, tenemos medallas internacionales, estamos entre los mejores del mundo. En la esgrima sabemos que aquí hay que ir a cada tocado y cada asalto, para bien y para mal. Los favoritos no tienen por qué ganar, de hecho pasa mucho que el que va de uno acaba perdiendo pronto. Y es entrar concentrado, levantarse ese día con las sensaciones geniales, que te sientas intocable, y es lo que esperamos; estar bien concentrado, pues conseguir el resultado que queremos", se sinceró.
"Los Juegos en Tokio fueron un tanto amargos por el tema de la COVID, toda esa presión de no saber si vas a poder competir, de si vas a dar positivo o si no. Entonces aquí es disfrutar, rodearse con todos los deportistas porque al final esto es como una familia, se contagia también tanto los ánimos, las ganas, los nervios... Y el compartirlo con los demás pues hace también disfrutar. Hay que ir como sabemos hacer, dando todo y sin miedo, la clave ahí es no tener miedo, es ir a por ello y si sale, sale y si no, no", aportó.
En cuanto a la modalidad del florete, lo ve un arma "bastante híbrida". "Tiene toda esa explosividad del sable pero luego tienes también que tocar con la punta, conseguir tocar en la zona válida que muchas veces la acción está bien pero tocar cerca no vale. Tienes que tocar exactamente en esa zona válida, entonces tienes que tener puntería, los nervios te juegan bastante malas pasadas y sobre todo adaptarse al árbitro", argumentó.
Sobre el estado real de la esgrima española, lo tiene claro. "En Tokio hubo un representante, había habido dos ciclos que no había habido ninguno. Estamos aquí nosotros y sí que tiras por ellos también, porque al final ves tanta gente que se esfuerza y ves tanta gente que quiere estar aquí que tiras por ellos. Al final, en deportes como el nuestro, los resultados nos cambian la vida completamente, tanto la nuestra como la de los que vienen detrás por el tema de apoyo, de poder crear luego estructuras", manifestó.
"Los resultados hacen que la gente también vea que puede conseguir resultados aunque seamos españoles, que muchas veces estaba como ese ese techo de 'es que somos españoles'. Y poder ver, a nivel de los árbitros, que los españoles pueden ganar a cualquier tipo de país. Y al final eso pues es una presión pero también es como esa alegría de si consigues los resultados saber que todo el mundo te apoya", añadió al respecto.
Pero su lema es el de "trabajo, trabajo y trabajo". "Si no se puede alguna, pues te levantas y vas a por la siguiente. Y al final pues estamos acostumbrados a los deportistas a llevarte más palos que alegrías. Pero el seguir insistiendo, pues al final es lo que hace que en algún momento dado es cuando consigues el resultado. Y premia todas esas hostias, perdonad por la expresión, que has recibido mientras eres deportista", se sinceró.
"He tenido una preparación de cara aquí a los Juegos un poco atípica. Tuve una pequeña rotura hace un mes y he tenido que estar un poco con las riendas, porque quería siempre intentar volver rápido. Cada vez que me daban un poco de esperanza de que estaba recuperando forzaba. Y al final pues me han tenido que dar entre los entrenados y todo el mundo tirando para atrás para decir 'bueno, vamos con calma'", explicó sobre su preparación para Paris 2024.