MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La jugadora onubense de bádminton Carolina Marín advirtió que "es importante no forzar mucho" después de "tres semanas de mucho carga" y "de camino a los Juegos" de París, por lo que decidió no competir en el Madrid Spain Masters, que se disputa desde este martes en el Centro Polideportivo Gallur de la capital, argumentando que "hay que escuchar" al cuerpo.
El siguiente paso de la campeona en el All England y el torneo de Suiza habría sido el Madrid Spain Masters, que arranca en Gallur este martes, aunque la onubense descartó su participación aludiendo cansancio. "Han sido unas semanas de mucho trabajo y necesitamos recuperar después de ese esfuerzo. Me da mucha pena no poder competir en casa, pero hay que escuchar a nuestro cuerpo", explicó en redes sociales.
Antes, en la presentación del evento, Marín admitió que "jugar en casa siempre es una felicidad", pero la "carga" de las últimas tres semanas, con dos finales, le hacía dudar, además el Europeo (9-14 de abril) y los Juegos de París. "El corazón me dice de jugar, pero hay veces que la cabeza quizás nos para un poco más, porque también en cuatro meses, justamente, están los Juegos Olímpicos", afirmó a los medios.
La deportista, de 30 años, se encuentra "físicamente bien", teniendo en cuenta que es "obvio" que "la rodilla hay que seguir cuidándola" --no pudo estar en los últimos Juegos por una lesión en esa zona--. "También es importante después de tres semanas de mucha carga no seguir forzando mucho y camino de los Juegos", admitió.
"Este es el camino que queremos seguir y queremos recorrer. He puesto el foco de atención donde queremos trabajar, que es en seguir mejorando el juego, seguir mejorando esa parte mental y, sobre todo, que físicamente me siga encontrando como estoy encontrándome a día de hoy", valoró la onubense en declaraciones a los medios ras la presentación del Madrid Spain Masters celebrada en el Ayuntamiento de la capital.
La campeona olímpica en 2016 reconoció estar "muy feliz" y "orgullosa del trabajo" tras sus victorias en el All England nueve años después y en el reciente torneo de Suiza. "Hay mucho detrás. Simplemente se ve muchas veces cuando una sube al podio y le cuelgan la medalla. Pero ha sido complicado, porque llevo ya tres semanas seguidas de torneos", confesó.
"La primera semana fue en París, en el estadio donde voy a jugar los Juegos. Esa primera derrota fue bastante dura. No me lo esperaba, porque las condiciones eran muy buenas. Físicamente me encontraba bien, mentalmente estaba también preparada, y fue un palo muy duro", dijo sobre el partido de su debut en el Abierto de Francia, en el que cayó (14-21, 21-16 y 21-17) ante la estadounidense Beiwen Zhang.
Fue entonces cuando tuvo una "conversación muy importante" con su entrenador, Fernando Rivas. "Estuvimos hablando mucho y fue ese punto decisivo de pegar un cambio en cuanto a mí misma. Sobre todo, para sacar esos miedos y esas inseguridades que tenía escondidas, era rascar un poquito dentro de mí, abrirme junto a todo el equipo", relató.
"Fue una conversación muy dura, lloré muchísimo, saqué cosas duras, aprendí muchísimo. Y eso ha sido lo que me ha hecho cambiar todo el foco en cada uno de los partidos que he jugado", celebró la onubense, que reconoció que tenía "un miedo bastante escondido". "Era el miedo a fallarme a mí misma. Hago mucho esfuerzo, mucho trabajo. Nadie me ha regalado nada en mi carrera deportiva y en mi vida. Volví otra vez a enfocar el camino donde yo lo quiero tener", dijo.