MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El doble medallista olímpico Fermín Cacho, oro en Barcelona'92 y plata en Atlata'96, afirmó que tan sólo se vio campeón olímpico en la final de los 1.500 en la cita de la Ciudad Condal, de la que se cumple este martes el 25 aniversario, cuando pasó en la última recta junto al podio del Estadio de Montjuic.
"Me acuerdo de todos los tiempos que hice durante la carrera. Cuando quedaban poco más de 30 metros saboreaba la victoria y cuando pasé junto al podio sabía que algo malo tenía que ocurrir para que no estuviera en el podio", dijo este martes en un acto organizado por la bodega Protos en la Fundación Pons de Madrid.
El gran rival del atleta soriano, que volvió a rememorar su triunfo un cuarto de siglo después, era el argelino Noureddine Morceli, al que superó en los últimos metros y del que reconoce que han sido "grandes amigos" fuera de las pistas.
"Lo que sientes en ese momento (al acabar la carrera) es muy difícil de explicarlo, lo manifiestas con gestos y alegría. Fui a abrazar a mi entrenador y a mis padres. Le dije a mi entrenador antes de la carrera que fuera a la grada y disfrutara, que iba a ser el primer entrenador en tener un campeón olímpico en 1.500 metros", relató Cacho mientras visionaba la carrera.
Además, Cacho reconoció que deseaba terminar cuanto antes la vuelta de honor en el Estadio Olímpico porque, dijo, que "las banderas pesaban mucho".
Después de Barcelona, los siguientes Juegos Olímpicos fueron los de Atlanta en 1996. Cacho se preparó para ellos a conciencia porque su objetivo era "defender el título". "No lo conseguí, quedé subcampeón por la caída de un amigo. Es cierto que la medalla de Atlanta tiene valor, pero ese valor hace que tenga todavía más valor la medalla de oro de Barcelona. Sobre todo, cuando 1995 fue mi peor año deportivo, quedé octavo en un campeonato del mundo y la gente me decía que me retirase", añadió.
El atleta castellano consiguió muchos títulos durante su carrera, pero los aficionados le decían que no tenía una gran marca, por lo que se propuso conseguirla.
"En el Mundial de Atenas de 1997 quedé subcampeón y me quedé en Atenas para seguir entrenándome. Luego conseguí un récord en Zúrich que ha estado sin batir durante 17 años, la undécima mejor marca de todos los tiempos", destacó refiriéndose a los 3:28.95 que logró en la pista suiza, y que sólo ha sido superada por un europeo, el británico Mo Farah.
Barcelona'92 fueron, según él, "los mejores Juegos Olímpicos de la historia". "Sólo he estado en dos Juegos, pero Barcelona fue un punto de inflexión. Desde la inauguración a la clausura. Los 2.500 voluntarios fueron excelentes en todo que lo hicieron. Luego se ha intentado mejorar. Las ciudades y los Juegos se tenían que proyectar hacia el mundo desde un gran evento deportivo, como dijo Samaranch", agregó.
Por otro lado, el campeón olímpico en Barcelona'92 expresó su deseo por que Madrid sea algún día sede de unos Juegos, después de que la capital de España lo haya intentado de forma fallida para las ediciones de 2012, 2016 y 2020.
"Madrid se merece unos Juegos, los de Río eran los de Madrid. Me gustaría que sea en 2032 después de Los Ángeles", apuntó, ya que en septiembre el COI concederá oficialmente los de 2024 y 2028 a París y Los Ángeles, respectivamente.