"Cuando me lesioné antes de Tokyo me dolió el alma, pero lo he superado muy bien", afirmó la atleta de 3.000 obstáculos
PARÍS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La atleta española Irene Sánchez-Escribano, de 31 años, afirmó que le gustaría "poner la guinda" a su carrera disputando la final olímpica de los 3.000 obstáculos en los Juegos de París, donde debutaría tras la inoportuna lesión a 10 días de la anterior edición de Tokyo 2020 que le "dolió en el alma".
"Mi gran objetivo es estar en la final de los Juegos Olímpicos. No he estado nunca en unos Juegos, pero sí en 4 Mundiales. Y lo voy a preparar con todas las ganas del mundo para conseguirlo", aseguró en una entrevista a Europa Press en París, que visitó como embajadora del programa 'Talento a bordo' de Iberia.
A menos de seis meses de los Juegos, la mediofondista toledana 'toca madera' para que "todo salga bien" en los que serían sus primeros Juegos, después de que una fractura en su pie izquierdo le apartara hace tres años de la cita nipona.
"En el momento lloré muchísimo y me dolió en el alma, pero es verdad que creo que lo he superado muy bien. Durante ese verano hasta me costaba ver los Juegos Olímpicos en la televisión, pero según fueron pasando los días y empezó el atletismo fui normalizándolo. Ahora cuando la gente habla de Tokyo tampoco me duelen y siento que sea como una desgracia enorme", comentó.
Sánchez-Escribano consideró que las lesiones "forman parte del deporte" y culpó a la "mala suerte, que fue muy oportuna" de su lesión 'preolímpica'. "Me gusta mucho lo que hago. Disfruto de mi día a día, de ir a Europeos, Mundiales y por supuesto quiero estar en París, hacerlo bien y poner la guinda con unos Juegos Olímpicos a los años que llevo de carrera deportiva. No me gusta quedarme con las cosas negativas", recalcó.
Gracias al trabajo con el psicólogo del CAR de Madrid Pablo del Río, Sánchez ha regresado "más fuerte". "Cuando ya me recuperé y volví a entrenar tenía mucho miedo de volver a hacerme daño porque a mí la lesión preolímpica no me avisó de ninguna manera. Simplemente estaba entrenando y, de repente, se me partió el hueso", relató.
Tras diez semanas sin correr, la especialista en obstáculos sufrió periostitis y molestias en una rodilla. "Tuve como un amago del pie y me asusté mucho. Pablo me ayudó a superar ese miedo y a confiar en que estamos todo el día entrenando y es normal que aparezcan molestias. Que tenemos que aprender a convivir con ellas porque la lesión la asumí creo que bastante bien", insistió.
"UNA MEDALLA ES CASI IMPOSIBLE"
El atletismo español brilló en los pasados Campeonatos del Mundo en Budapest, donde concluyó tercera en el medallero tras los cuatro oros de los marchadores Álvaro Martín y María Pérez y la plata de Mohamed Katir. En cambio, Sánchez intenta aislarse y fijarse sus propios objetivos junto a su entrenador, psicólogo, manager y preparador físico.
"Se habla mucho de medallas, pero, siendo realista, una medalla en 3.000 obstáculos es una cosa que no me gusta decir imposible, pero casi", admitió la toledana, quien cree que la clave del éxito son las ayudas y los cambios de los métodos de entrenamiento en el atletismo español.
"Es un sumatorio de todo, que ha evolucionado, y el hecho de ver que alguien que está a tu lado lo consigue te motiva a verte capaz también de conseguirlo. Creo que el hecho de que el nivel general haya subido hace que los más jóvenes también vengan con más ganas y con más confianza de ver que también son capaces de estar al nivel del resto de europeos", explicó.
En este sentido, celebró que la mujer esté logrando más visibilidad merced a la mejora de sus resultados en los últimos Juegos. "Se nos está empezando a tener en cuenta por que no somos un 'hombre en miniatura' sino mujeres con nuestros ciclos hormonales, que influyen muchísimo en nuestro rendimiento".
La competitividad y la competencia bien entendida siempre es, según ella, "sana" porque puede permitirte "mejorar tu versión anterior". "¿Cuántas medallas en París? Pues es difícil, 2 para el atletismo y para España, 23. Yo tengo muchas ganas e ilusión por este año. Voy a seguir trabajando con la misma intensidad y esfuerzo. Espero que el resultado que consiga sea un reflejo de todo el trabajo de todos estos años", deseó con la Torre Eiffel de testigo.