La unanimidad "social, institucional y económica" del proyecto catalán no bastó para derrotar Mersin
La cercanía de Almería 2005 ha sido un hándicap para las opciones españolas
TARRAGONA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La unanimidad "social, institucional y económica" y la experiencia de España en la organización de grandes eventos deportivos no bastaron para que Tarragona fuera elegida este miércoles como sede de los Juegos Mediterráneos de 2013, que albergará la localidad turca de Mersin.
Tarragona no pudo ver hecho realidad su sueño de tener "apellido olímpico", tal y como dijo a Europa Press su presidente, Mario Rigau, cuatro años antes de lo previsto y luchará por la edición de 2017, como había previsto inicialmente, según anunció su alcalde, Josep Félix Ballesteros, poco después de conocer vía email el resultado de la votación.
La decisión del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) de retirarle la organización a Volos (Grecia) por los problemas económicos del país heleno precipitaron, no obstante, los hechos e impulsaron a los responsables de Tarragona 2017 a presentar su candidatura a los Juegos de 2013.
"¿Nervioso? No, expectante", apuntó Rigau en las horas previas al anuncio hecho público por el CIJM, vía email al Comité Olímpico Español (COE) desde la oficina central en París, de que Tarragona no será la tercera ciudad española que acogerá los Juegos de la cuenca mediterránea, que tan sólo se han celebrado en Barcelona en 1955 y Almería en 2005.
Precisamente la cercanía de la cita almeriense ha sido uno de los hándicaps del proyecto tarraconense, concebido para el año 2017, pero que tuvo que cambiar el paso y readaptarse para acoger los 'minijuegos olímpicos' por las dificultades financieras del país heleno que acabaron por sentenciar a Volos 2013.
De los rivales por 2017 no pasaron el 'corte' la omnipresente Rijeka, candidata en otras cuatro ocasiones, y Alejandría, la gran favorita y que albergó la primera edición en 1951, mientras que sí lo superaron Trípoli, inmersa en una complicada situación política, y Mersin.
Las tres aspirantes tuvieron que remitir un extracto de 6 folios -que Trípoli y Mersin ampliaron hasta casi el doble, lo que provocó la protesta española- de su dossier para 2017, que analizaron los miembros del CIJM con derecho a voto en esta primera votación y que emitieron su decisión vía email a las oficinas de París.
UN PRESUPUESTO DE 30 MILLONES
Los Juegos de Tarragona se iban a disputar del 21 al 30 de junio de 2013, en las mismas fechas que había propuesto Volos, con un programa en el que figuraban 31 deportes, una cifra récord con el golf, bádminton, taekwondo, esquí naútico incluidos y la propuesta del triatlón, en lugar de los 25 previstos inicialmente por los responsables de la candidatura tarraconense.
Por ello, había cuatro subsedes más -Valls, Constantí, Torredembarra y La Selva del Camp- de las incluidas en su dossier de 2017, en el que se recogía que Tarragona acogerá las competiciones de atletismo, baloncesto --junto a la subsede de Valls--, esquí náutico, fútbol --con Reus, Calafell y El Vendrell--, gimnasia artística y rítmica, golf, natación, waterpolo, taekwondo, tenis, tiro y voleibol --junto a Torredembarra--.
Asimismo, se iba a remodelar la pista de Atletismo del Estadi de Camp Clar y a contruir una piscina olímpica, así como un Palau d'Esports con capacidad para 3.000 espectadores, en Tarragona.
Por su parte, la subsede de Torredembarra iba organizar las competiciones de bádminton; la del Vendrell, boxeo; Vila-seca, ciclismo, petanca y lucha grecorromana y libre; Salou, triatlón y vela; Constantí, halterofilia; Calafell, esgrima y tenis de mesa; Castelldefels, piragüismo y remo; y Barcelona a albergar las pruebas de hípica.
La Villa Mediterránea de los atletas y oficiales estaba prevista en el Complejo Educativo Tarragona, a diez minutos del centro de la ciudad, con una extensión de 640.000 metros cuadrados y capacidad para alojar a 560 personas.
Por su parte, la Ciudad del Reposo y las Vacaciones de Tarragona iba a hospedar a 302 jueces y árbitros, en una extensión de 140.000 metros cuadrados rodeados de pinos y jardines que se encuentran a 200 metros de la Playa Larga.
El presupuesto inicial de 57,7 millones de euros para el Comité Organizador de Tarragona 2017 se iba a recortar hasta los 30 millones para 2013, debido a, entre otras cosas, los menores gastos en promoción y publicidad.
Estos 30 millones, repartidos en 2, 8 y 20 millones de euros para 2011, 2012 y 2013, respectivamente, según el dossier de la candidatura al que ha tenido acceso Europa Press, los iban a cubrir en un 35 por ciento las instituciones y administraciones públicas, y 45 por ciento el patrocinio y comunicación y el 20 restante estaban incluidos en el apartado de 'otros ingresos'.
Todo este proyecto se ha visto retrasado cuatro años, pero los responsables de Tarragona, otra vez 2017, están convencidos de que en la próxima votación sí que podrán añadir el 'apellido olímpico' a la ciudad que este miércoles 23 de febrero vio esfumado el sueño de los Juegos Mediterráneos.