Romero: "Si nos sale bien podríamos estar ambos en la final"
Vega: "La gimnasia trampolín es por lo que tenemos pasión"
MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
La gimnasia trampolín española debuta en unos Juegos Olímpicos en Paris 2024 y lo hace con la pareja sentimental que forman los gimnastas Noemí Romero y David Vega, que cumplen el sueño de llegar a unos Juegos y lo hacen con la confianza de poder, por lo menos, estar ambos en las respectivas finales.
"A nivel de competición nos vemos bastante fuertes, con bastante buen nivel. Si nos sale bien podríamos estar ambos en la final. A nivel de pareja es increíble vivir este sueño con tu pareja, estos momentos, en la 'ciudad del amor' que se dice. Estamos encantados con la experiencia, la compañía y los entrenamientos", aseguró Noemí Romero este domingo en rueda de prensa.
La de Albacete se metió en el trampolín por carambola, pues hacía karate. "Un año me fui a apuntar a karate y había una profesora suplente, vi un trampolín y me encantó. Me comprometí a entrenar y a partir de ahí fui ganando nivel y hasta día de hoy", resumió.
"Aunque España no fuera olímpica en nuestra modalidad, lo es desde Sidney 2000, yo pensaba en lograr mi sueño y he trabajado mucho para ello. Sabía que algún día llegaríamos a clasificar y al final lo conseguimos", aseguró sobre cumplir el sueño de ser olímpica.
Por su parte, el gimnasta David Vega calificó de "increíble" vivir la experiencia olímpica y hacerlo, además, en pareja. "Es una experiencia que va a ser inolvidable, ya no solo por participar en unos Juegos Olímpicos sino por hacerlo con tu pareja. Poca gente lo puede decir. Estoy muy contento y orgulloso de que hayamos sido los primeros en representar a España participando en trampolín", se sinceró.
En su caso, llegó al trampolín por una cuestión familiar. "Mi segundo entrenador es mi primo, que hacía gimnasia de trampolín hacía muchos años y yo hacía fútbol. Me llamó mi tía y me dijo si quería ir a ver al primo a saltar trampolín, y pregunté qué era porque no tenía ni idea. Cuando vi los saltos que pegaba, a esa altura de 6-8 metros, me enamoré del trampolín. Dije si me podía apuntar. Así es como comencé", explicó el barcelonés.
"No me he planteado cambiar de aparato", sentenció. "Por mucho que otros tengan más futuro, la pasión va delante de todo. La gimnasia trampolín es por lo que tenemos pasión y por lo que nos hemos enamorado del deporte y tiene más peso que las otras cosas. Es lo que estamos haciendo", se sinceró.
"Los materiales han cambiado y mejorado mucho, todo está pensado para que a la hora de saltar vayas más arriba y puedas meter más dificultad. Ahora la gente mete cuádruples con giros cuando antes solo se podía llegar a triples. Mi intención es poder competir con cuádruples y hace años, con otros materiales, no era posible", comentó.