Estadio Olímpico de PyeongChang
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 30 octubre 2017 15:15

Treinta años después de Seúl'88, el país asiático busca impulsar su economía con la cita ajena a la amenaza nuclear del vecino del Norte

SEÚL, 30 Oct. (del Enviado especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez) -

Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de PyeongChang de 2018, del 9 al 25 de febrero y del 9 al 18 de marzo, serán los primeros en aplicar la tecnología de transmisión de datos 5G, y los de la emoción de un país apasionado en lo que hace y que es una potencia económica mundial que intenta vivir ajena a la amenaza militar de su vecino del Norte.

"Sinceramente, no pensamos en que vaya a pasar nada. Creemos que si Corea del Norte va a lanzar un misil, éste va a caer en el mar muy lejos de nosotros", dice Lee, una coreana que estudió español hace años en Málaga bajo el atronador sonido de la estela de un caza que sobrevuela la playa de Anmok, a escasa media hora de Alpensia, los 'Alpes de Asia' que acogerán las sedes de saltos y esquí.

Lee reconoce que, por ahora, se habla poco de los Juegos, aunque confía en que la región de PyeongChang se convierta en un nuevo referente de los deportes de invierno en Asia y el país, la duodécima potencia mundial -por encima de España, la decimocuarta, pese a su menor tamaño- reciba un impulso como el de los Juegos de Verano de Seúl de 1988, hace ya tres décadas.

La joven Lee ha sido una de los cerca de 6.000 visitantes que va a albergar la Biblioteca Nacional de Corea, un céntrico edificio vanguardista que hace en una de sus plantas superiores un recorrido por los carteles de los Juegos de invierno desde la primera edición en Chamonix en 1924 hasta la próxima en 2018, la de las mascotas el tigre Soohorang y el oso Bandabi.

También en esta sala se puede ver un vídeo con las imágenes de los primeros deportistas coreanos en los Juegos de Saint Moritz en 1948, las medallas que se entregarán a los mejores de los 2.900 deportistas de los Juegos Olímpicos y 670 de los Paralímpicos de PyeongChang, un trineo y esquíes de madera de la dinastía Joseon o calzarse unas tablas para saltar virtualmente por un trampolín de más de 100 metros.

La estudiante de español será una de los 22.400 voluntarios de unos Juegos que tendrán un impacto económico de 49.500 millones de euros y que convertirán a Corea en el sexto país, al margen de Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia, que acoge los cuatro eventos deportivos más importantes del calendario: Juegos Olímpicos de verano (1988) e invierno (2018), Mundial de Fútbol (2002) y Mundial de Atletismo (2011).

En cambio, pese a la tregua olímpica parece lejano el objetivo del Comité Organizador de PyeongChang 2018 de que los Juegos contribuyan a crear un clima de diálogo y entendimiento en la Península de Corea con su homónimo del Norte. "No creo que se cumpla ese deseo de formar un Equipo Unificado con Corea del Norte", apunta Lee.

De hecho, la presión militar y diplomática generada por los ensayos nucleares en la región han llevado a países como Francia o Austria a anunciar una posible ausencia en PyeongChang, una comarca situada a escasos 80 kilómetros de la frontera con Corea del Norte.

Pero el propio presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ha asegurado hace unas semanas que los Juegos Blancos se van a celebrar en Corea del Sur y que su organismo no maneja ninguna otra alternativa ante una eventual suspensión por una eventual escalada de la tensión en esta región de Asia.

"La seguridad de los deportistas es la principal preocupación del COI. En todas las conversaciones, nadie expresó duda alguna sobre PyeongChang 2018", sentenció tras reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, en Tianjin y en Nueva York con el líder surcoreano, Moon Jae In.

LA 'CASA' DE JAVIER FERNÁNDEZ Y EL LEGADO

Al contrario que otros Juegos en los que se dan martillazos hasta la víspera, véase los de Atenas y Río de Janeiro en las versiones de verano, las obras en PyeongChang 2018 están acabadas. Sólo faltan algunos retoques en las zonas ajardinadas del exterior y pocas capas de asfalto.

Eso es lo que se deja entrever en una visita guiada para la prensa internacional -la agencia Europa Press es el único medio español presente- esta semana en Seúl y la provincia de Gangwon. Los pabellones de hockey hielo, patinaje de velocidad y el Gangneung Ice Arena, donde el patinador Javier Fernández aspira al oro olímpico se alzan ya majestuosos con sus estructuras de aluminio y cristal zanjadas.

Muy cerca en el "compacto", palabra muy usada en dossieres de candidatura y proyectos olímpicos, mapa de los Juegos surcoreanos está la Villa Olímpica de Gangneung en la que Fernández soñará con ese metal dorado, 9 enormes bloques con 922 pisos de 75 y 85 metros cuadrados y 2.717 camas.

En la próxima 'casa' de Javier Fernández tampoco se ha dejado nada al azar. El complejo da la impresión de poder poner el cartel de 'Se Vende' para que los habitantes de la comarca entren en la puja por comprar una de estas viviendas con vistas a la montaña y el mar.

El legado y evitar los 'Elefantes Blancos' es una idea-fuerza en el COI. "¿Qué se va a hacer con estas casas?", pregunta el periodista. "Está el cien por cien vendido. Entre 240.000 y 264.000 euros", responde el responsable del Comité Organizador (COJO) con la respuesta traída de casa. Nada hay al azar en los Juegos del 5G, la pasión y el legado de la superpotencia asiática.

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