MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
La baloncestista española Queralt Casas ha opinado este viernes que la selección nacional tiene "equipo y potencial para hacer grandes cosas" en los Juegos Olímpicos, y ha afirmado que podría retirarse "tranquila" si vuelve "con una medalla" de ese torneo de París, cita cuya adaptación en los últimos días "ha sido un poco caos" por los "diferentes roles de cada jugadora" en sus clubes.
"Tenemos equipo y potencial para poder hacer grandes cosas. Los JJ.OO. es lo más difícil y es muy complicado porque somos los 12 mejores equipos del mundo. Pero yo creo que, si confiamos en nosotras y hacemos nuestro trabajo bien hecho, podemos hacer algo", declaró Casas en el Pabellón Triángulo de Oro (Madrid), donde ella y sus compañeras se están preparando para los siguientes partidos amistosos.
La escolta catalana confesó que, si vuelve de París "con una medalla", ya podría retirarse "tranquila", y reafirmó las palabras de la presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB), la exjugadora Elisa Aguilar, de que "darán guerra" en esos JJ.OO. En este sentido, sea del color que sea, aspira a "un metal" en la capital francesa.
Casas tiene claro que hasta en los amistosos van "al 100%" y que nunca se les "puede echar en cara el no darlo todo", al tiempo que se mostró "muy ilusionada" por vivir sus segundos JJ.OO., después de la experiencia en Tokio 2020, donde se le quedó "la espinilla de ver los pabellones llenos y todo lo que envuelve unos Juegos normales".
La jugadora exterior considera que en la selección "todas las jugadoras" tienen un "rol importante en su equipo", y que "en la selección no se juega igual que en el equipo". "Tienes que adaptarte un poco, aún teniendo un papel importante aquí también", señaló.
A la catalana le gusta ser calificada como una de las veteranas del grupo y se definió como una jugadora que aporta "energía, defensa y ritmo", aunque admitió que no ha hablado con el seleccionador Miguel Méndez sobre su rol en el equipo, pues sabe que "él confía" en sus capacidades.
"Yo también intento dar todo lo que él, el equipo o las compañeras necesitan de mí en cada momento, en un partido puede ser distinto al día siguiente, y depende también del rival", siendo consciente de que suele ser la encargada de defender a la mejor exterior del adversario.
A nivel de liderazgo, la catalana comentó que "se nota mucho" la ausencia de Silvia Domínguez por lesión, ya que "es una capitana de los pies a la cabeza". "No solo yo, todas tenemos que dar un paso adelante para suplir esa baja y ese hueco que deja, sobre todo estar pendientes de la compañera", apuntó.
Casas entiende que su rol ha sido "un poco más importante en cuanto a minutos en el último año", pero reconoce que siempre se ha sentido "importante dentro del grupo tanto dentro como fuera de la pista". "Al final cada uno es como es, yo intento dar lo mejor de mí", zanjó al respecto.
Luego confesó que en el último mes entre el final de la Liga Femenina Endesa y la preparación de la selección "físicamente y mentalmente" le ha valido mucho la pena, y que se lo ha tomado de "desconexión absoluta", consciente de que lo que viene es "la cita más importante de cualquier deporte".
Tras los dos primeros partidos de preparación ante China y Turquía, ella considera que fueron "una toma de contacto", pese a que "las sensaciones fueron muy buenas" y que cada vez hay más 'feeling' con los entrenadores.
Para ella, los primeros días "cuesta mucho entrenar" porque al final son 15 jugadoras y cada una "viene de un equipo diferente y con un rol distinto". "Cuesta mucho adaptarte, porque aunque llevemos muchos años trabajando juntas, son periodos cortos, y al final la mayor parte la pasas con tu club. Es un poco caos al principio, pero para eso tenemos un mes y medio de preparación para llegar al momento importante de la transformación", concluyó Casas.
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