MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La selección masculina de hockey sobre hierba, los 'Red Sticks', intentarán dar 'guerra' en los Juegos Olímpicos de París, cita a la que llegan tras iniciar hace tres años después de Tokio una renovación y con un camino ya bastante duro para intentar romper la barrera de los cuartos de final.
El combinado masculino puede presumir de tener cuatro metales en su historial, empezando por el bronce en su debut en 1960, al que añade las platas de Moscú'80, de Atlanta'96 y de Pekín 2008, pero desde el éxito de la capital china no ha sido capaz de volver a meterse en la pelea por el podio y tampoco ha podido hacerlo en ninguna otra gran cita internacional.
De momento, el equipo que dirige el argentino Max Caldas cumplió con el primer gran objetivo, que fue de el de clasificarse para París, lo que tuvo que hacer a través de un Preolímpico, disputado en su 'talismán' Valencia, alargando ya su buena racha olímpica sin fallo desde su exitoso estreno en Roma'60.
Ahora, los 'Red Sticks' acuden a la capital francesa con ganas de dar 'guerra' en unos Juegos Olímpicos a los que tampoco llega entre las principales favoritas y donde tendrá complicado acercarse a la gran generación de jugadores liderada por Santi Freixa, Pol Amat o Edi Tubau y dirigida por el entrenador neerlandés Maurits Hendriks, que rozó el oro olímpico en 2008, además de llevar al equipo al oro europeo en 2005 y al bronce mundial un año después.
Sin embargo, el relevo generacional fue más complejo y poco a poco se ha ido alejando de la pelea por las medalllas en los grandes torneos y en 2016 y 2021 fue apeada en los cuartos de final por Argentina, posterior campeona, y por la potente Bélgica, respectivamente. Ahora, los 'Red Sticks' llegan a París con un combinado muy renovado donde sólo Álvaro Iglesias, José Basterra, Alex Alonso y Joaquín Menini, que lo hizo con Argentina, han disputado unos Juegos Olímpicos, mientras que Marc Recasens fue reserva en Tokio.
El ciclo olímpico de tres años no ha servido todavía para ver cuajar del todo el trabajo de Max Caldas, un técnico de reconocido prestigio y con un brillante palmarés con los Países Bajos, tanto con el combinado masculino (campeón continental en 2015 y 2017 y subcampeón del mundo en 2018) y como con el femenino (oro olímpico en 2012, mundial en 2014 y europeo en 2011), y que fue el elegido para relevar al francés Fred Soyez.
De momento, bajo el mando del preparador argentino, España no ha podido estar con los mejores, con sendos sextos puestos en el último Mundial y el último Europeo. En la Pro League, la selección fue quinta en la temporada 22-23, pero no marcha demasiado bien en la 23-24 donde es penúltima con sólo cuatro victorias en 16 partidos.
Los 'Red Sticks' competirán en París desde el puesto octavo de la clasificación mundial y en un primer grupo con rivales muy duros como los Países Bajos, número uno del ranking, Gran Bretaña, Alemania, número cinco, la anfitriona y peligrosa Francia, y Sudáfrica, por lo que no podrá relajarse demasiado si quiere estar en los cruces a los que acceden los cuatro primeros.