Sara Martínez, plata en longitud T12 en su adiós al atletismo

PARÍS, 1 Sep. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Ramón Chamorro) -

La atleta madrileña Sara Martínez logró este domingo la duodécima medalla para la delegación española presente en los Juegos Paralímpicos de París después de conseguir la plata en el salto de longitud de la clase T12 para deportistas con discapacidad visual, despidiéndose del mejor modo posible del atletismo al que ha dedicado toda una vida y desde muy niña.

De este modo, Martínez repitió el subcampeonato paralímpico de hace tres años en Tokio gracias a un mejor salto de 5,40 metros, realizado en su último intento, que no pudo mejorar y que le dejó lejos de la ganadora, la ucraniana Oksana Zubkovska (5,78), que reeditó su trono en la prueba.

La española debutó en unos Juegos Paralímpicos con 14 años en Atenas 2004 y dos décadas después puso así el mejor broche posible a su etapa deportiva, ya que, tal y como había advertido antes de venir a París y confirmó posteriormente, ya no competirá más en un deporte al que ha dedicado buena parte de su vida.

"Nada, se acabó, se acabó", señaló sonriente en la zona mixta tras la prueba. "Ahora voy a hacer escalada, ciclismo, lo que me gusta. No digo que el atletismo no me guste, pero hay otros deportes que también me gustan y hasta sin miedo a que me pueda hacer daño", subrayó la madrileña.

Pero antes de esta retirada, la atleta lo hizo a la grande, manteniéndose en el podio de una gran cita como los Juegos Paralímpicos donde la medalla de oro parecía un tanto inalcanzable por el nivel ofrecido por Zubkovska todo el concurso. Fue la tercera medalla en longitud para el atletismo español tras los bronces de Alba García y Joan Munar en T11, cuarta en total para este deporte, la docena de metales para España ya y la primera plata tras tres oros y ocho bronces.

La madrileña, por su parte, llegaba animada a esta cita tras el subcampeonato mundial de hace unos meses en Kobe (Japón) y se instauró en la segunda plaza desde su primer intento, 5,35 metros, ocho centímetros mejor que su última plata, y muy cercano con el que había subido al podio hace tres años en Tokio (5,38).

Esta distancia sóla pudo superar en su último intento, donde ya liberada de presión por saber que era plata, se fue hasta los 5,40 metros, precisamente su mejor marca personal de la temporada. Antes, la finlandesa Lina Lounela (5,19) no había podido superarla para certificar una medalla segura, al igual que la argelina Lynda Hamri (5,30), la que más se le había acercado y que completó un podio idéntico al de Tokyo 2020.

Y ese último salto fue especial por ser el último de su carrera. "Me dije que a por todas. Lo que pasa es que de la emoción he saltado fatal, pero me he dicho que a por todas y a darlo todo. He salido muy motivada, creo que demasiado porque eso ha hecho que haya batido muy fuerte y ya me he descontrolado completamente, pero ya está, trabajo terminado, y sí, con buenas notas", aseguró, confesando que lo hizo "emocionada" por su técnico ya le había dicho que era plata y "no lo puedes evitar".

Sobre el concurso, apuntó que las sensaciones fueron "muy buenas". "Ha sido la primera vez que he competido con tantas ganas, con nervios, aunque menos que los que vengo acostumbrada y estoy muy contenta con el trabajo hecho", remarcó.

"Sí, ha sido un ciclo duro, pero bueno, ya lo hemos conseguido, sin lesiones, sin constipados, sin nada y muy contenta. Y con un público excelente, porque animan, vamos, lo más grande", afirmó la saltadora española, que habló de su debut hace 20 años siendo una niña en Atenas 2004.

"Yo creo que queda la atleta. El sábado lo hablaba con la psicóloga y es que hace tantos años ya, hace 20 ya de esto, es que es toda mi vida en este mundo, no sé qué queda. Una chica madura, una niña madura, no sé, qué pregunta más difícil", sentenció sonriente la madrileña.

En esta final también compitieron sus compañeras Sara Fernández, que terminó en la octava posición con un mejor salto de 4,75 metros, y la debutante Sydney Fokou, que quedó un puesto por delante con 4,84 metros. La jornada en el atletismo la completó el velocista Winsdom Asisosa Ikhiuwu, también en sus primeros Juegos y que no pudo superar las series de los 100 metros T13.