MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El tenista español Carlos Alcaraz, flamante campeón de Roland Garros, ha asegurado que preferiría conseguir "un oro olímpico" a revalidar el título de Wimbledon, y ha afirmado que "no importa" lo que ha conseguido hasta ahora si luego se estanca, así que espera "seguir creciendo y llegar a donde están Djokovic, Rafa Nadal y Federer".
"Los Juegos Olímpicos son cada cuatro años y es un torneo especial donde no juegas por ti solo, sino que lo haces por un país representando a todos los españoles. Yo creo que este año elegiría un oro olímpico", señaló este lunes en una rueda de prensa con medios españoles preguntado por su preferiría revalidar corona en Londres o ser campeón en París 2024.
Antes de los Juegos, donde además de jugar en categoría individual previsiblemente formará pareja con Rafa Nadal en el cuadro de dobles, el murciano tratará de defender los títulos en Queen's y Wimbledon. Sin embargo, tendrá unos días de descanso antes de volver a la acción.
"Ayer lo celebré con mi familia, con la gente que vino de Murcia, con mis amigos. Fuimos a cenar y obviamente hice todo lo que no había estado haciendo durante el torneo, y comí lo que no estaba comiendo. Yo que estoy un poco cuidadoso con el tema del gluten... ayer levanté el pie del acelerador y me dejé llevar un poco. Además habría que brindar con champán, era la ocasión. Luego me fui temprano y nada más. Hoy estoy en nube", relató.
En este sentido, considera que "hay que disfrutar de este tipo de momentos". "Después de todo el trabajo, de todo el sufrimiento para ganar un trofeo así, tienes disfrutar un poco. Es algo que voy aprendiendo, aunque todavía tenga 21 años y siga conociéndome a mí mismo: lo que necesito, lo que no necesito, cómo hacerlo, cómo no hacerlo. Me voy dando cuenta que hay que compaginar trabajar y sufrir con esos días de descanso y la libertad de hacer lo que te gusta, de no sentirse tenista y sí un chaval normal. Eso te ayuda un poco a aislarte y a despejarte la mente para luego volver a la pista a tu 100%", señaló.
En otro orden de cosas, habló de los problemas en el antebrazo derecho, que le han lastrado esta temporada. "Yo soy más de llorar por frustración que por felicidad. No lloro mucho, pero con el tema de la lesión sí que lo he hecho un par de veces cuando tuve que perderme ciertos torneos que me hacían mucha ilusión", expresó.
"Mentalmente fue una angustia. El brazo derecho lo usas para todo. Yo imprimo mucha velocidad y fuerza en cada golpe y mi antebrazo sufre mucho. Me preocupaba pensar que a lo mejor no me iba a recuperar al 100%. En Madrid jugué cuatro partidos y me molestó en el cuarto. No pude ir a Roma, hicimos pruebas y todas las cosas que tocaban para llegar lo mejor posible aquí, pero en mi cabeza me seguía haciendo preguntas", continuó.
Además, reconoció que tenía "un poco de incertidumbre" por ver cómo reaccionaría su brazo "en un 'Grand Slam', al mejor de cinco sets". "Ha sido complicado, pero conforme han ido pasando las rondas me he ido sintiendo bien, sin ningún dolor, aunque con precaución. El día de las semifinales fue cuando ya no tenía que cohibirme a la hora de pegar la derecha. Ahí dije: 'si me rompo, si me duele, que sea aquí'. No era hora de tener miedo y había que confiar en todo el trabajo que habíamos hecho para olvidarme de eso", subrayó.
Por otra parte, el de El Palmar recordó cómo soñaba con ganar Roland Garros cuando era un niño. "Yo también veo los vídeos de cuando era pequeño y estaba en París debajo de la Torre Eiffel siguiendo Roland Garros. Levantar esta copa tiempo después... son momentos bonitos. Estoy viviendo un sueño. Roland Garros es muy especial para mí porque era el torneo que seguía desde pequeño. Tenía muchas ganas de que llegase para poder ponerme delante de la tele y ver todos los partidos, y ahora...", expuso.
A pesar de haberse convertido en el jugador más joven en ganar tres 'grandes' en las tres superficies, Alcaraz no quiere compararse todavía con Novak Djokovic, Rafa Nadal y Roger Federer. "He visto vídeos pero al final con unos highlights no puedo compararme con ellos cuando yo tenía mi edad. No importa lo que haya conseguido a esta edad si me estanco aquí. Quiero seguir mi carrera, quiero seguir creciendo y llegar a donde están Djokovic, Rafa, Federer... Los buenos, los cracks, han seguido mejorando y mejorando hasta llegar a los 37 o 38", apuntó.
"Aguantar durante 16 o 17 años en lo más alto peleando por grandes títulos temporada tras temporada, lidiando con la presión, con las lesiones, con todo... es algo fuera de lo normal y que pocos logran. Así que yo creo que es la fortaleza mental y la cabeza lo que quizás el día de mañana me hagan estar en ese debate", añadió.
Por último, aseguró que ha aprendido a gestionar la presión. "El año pasado suspendí clarísimamente esa asignatura, pero esta vez vinimos con los deberes hechos. Este año lo he podido hacer mucho mejor. Creo que he aprobado una asignatura que tenía pendiente, pero no con matrícula. Es un trabajo que tengo que seguir mejorando y conforme vayan pasando los años pues me sentiré aún mejor", concluyó.