MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El torneo de Wimbledon, tercer 'grande' de la temporada, vuelve a escena a partir de este lunes con los dos mejores tenistas del momento y del mundo, Novak Djokovic y Andy Murray, como rivales a batir en la hierba inglesa, con la incógnita de su mayor campeón Roger Federer y la gran ausencia del español Rafa Nadal.
Djokovic mantiene su modo 'Chacal'. El número uno juega en otra liga los dos últimos años, pese contratiempos este año en la gira de tierra batida. La derrota en su estreno en Montecarlo y en la final de Roma son meras anécdotas para el vigente campeón de los cuatro títulos del 'Grand Slam'.
Una tarjeta de presentación imposible de mejorar. El serbio llega un año más a Londres directo desde París, pero en este caso con Roland Garros bajo el brazo. El de Belgrado levantó el único 'grande' que le faltaba, para ser el tercer tenista de la historia capaz de sentarse sobre el 'Grand Slam' como poseedor de sus cuatro patas. El primero en casi 50 años.
Sin esa presión de los últimos años, Djokovic gesta ahora su leyenda en la defensa del título en Wimbledon. El serbio, campeón en las dos últimas ediciones --tres en total--, tiene un cuadro asequible para coger el tacto a la hierba antes de los duelos, por ranking, contra David Ferrer, Milos Raonic y Federer, antes de la final.
Los 12 'grandes' de 'Nole' son ya una amenaza más que real a los 14 de Nadal o Pete Sampras, e incluso a los 17 de Federer. La del español es la baja del torneo, en plena recuperación de su lesión en la muñeca. Nadal tuvo que retirarse en Roland Garros cuando disfrutaba de nuevo del tenis tras el duro 2015, una dolencia que le mantiene fuera de las pistas.
Con la mente ya en los Juegos de Río, la ausencia del español en la hierba de Londres, donde habrá un total de 11 tenistas de la 'Armada', otorga más papeletas a un Djokovic que tampoco siente la amenaza del siete veces ganador del torneo. Un Federer que sufrió la tiranía del serbio en las dos últimas finales en Londres.
El de Basilea, acosado tras su mal 2013, rejuveneció su leyenda, la constancia de un ganador, y volvió por sus fueros en 2014 y 2015. Su saque, su golpe estilista y las subidas a la red con insultante descaro dieron mucho de qué hablar. Sin embargo, ni la mejor versión del nuevo Federer fue capaz de tumbar a Djokovic.
Ahora, parece una empresa de lo más osada. El ganador de 17 'grandes' ha jugado 22 encuentros esta temporada, lastrada por lesiones de rodilla y espalda. En Stuttgart y Halle volvió a la acción y preparó su asaltó a la hierba de Londres, pero su estado de forma a cinco sets es una incógnita a desvelar.
Así las cosas, la rivalidad entre Djokovic y Murray crece de manera exponencial. El escocés fue el último en ganar al serbio en la hierba londinense hace tres años. La conquista del británico en el All England Club, la primera local en 77 años, hizo creer en sí mismo a un Murray que en el último año ha disfrutado de su mejor versión.
Sin embargo, Djokovic sigue siendo una asignatura pendiente para el escocés. El número uno le derrotó en 2016 en las dos finales de 'Grand Slam', cortando las alas a un Murray que sigue con un pobre bagaje de 'grandes' (2). El escocés, con el regreso a su equipo del Ivan Lendl, aspira a repetir el éxito del 2013, avalado por su reciente quinto título en Queen's.
El duelo de banquillos será de hecho otro atractivo. Boris Becker (Djokovic), Lendl, John McEnroe (con Milos Roanic) y Richard Krajicek (con Stan Wawrinka) vivirán su particular duelo por llevar al éxito a sus pupilos. Nombres propios de una batalla a la que pueden sumarse segundas espadas más o menos habituales. Es el caso del propio Raonic o de Nick Kyrgios, o de los jóvenes Alexander Zverev y Dominic Thiem.