MADRID, 23 DE NOVIEMBRE (EDIZIONES)
El pasado domingo, Novak Djokovic se proclamó campeón del ATP World Tour Finals 2015, es decir, campeón de la Copa de Maestros, al imponerse al suizo, Roger Federer, por 6-3 y 6-4. El serbio no dio ninguna oportunidad a su rival para hacerse con la victoria, como ha venido ocurriendo durante toda la temporada. Lo cierto es que es, hoy por hoy, y desde hace ya unos años, el claro dominador del tenis mundial.Es el rey del tenis.
El juego de Novak está por encima de todos los demás. Es un muro con el que se estrellan todos y cada uno de sus rivales. Y es que está en un estado de forma perfecto. Su técnica y calidad están fuera de toda duda, y sobre todo, la fuerza mental de este jugador y la confianza en sí mismo, le hacen estar donde está, en lo más alto.
Hace tiempo que no vemos a ese Djokovic gesticulante. Cuando las cosas le iban en contra, se le veían gestos de imptencia, rabia y desesperación. Se salía de los partidos. Pero últimamente, esas muecas han desaparecido. Está concentrado en el juego, en ganar. Está metido en su tenis. Y estando de esta manera está demostrando que no hay rival que pueda con él.
Y es que es cierto. Esta temporada solo ha perdido 6 partidos de los 88 que ha jugado. Solo 6. Una cifra que indica lo difícil que es batir a este jugador. Es verdad que una de esas derrotas fue una muy dolorosa, la de la final de Roland Garros frente al suizo Stanislas Wawrinka, que le hizo no poder ganar todos los Grand Slam de la temporada. Solo han podido con él 4 jugadores este año: Roger Federer, en tres ocasiones, Wawrinka, en la final de Roland Garros, Andy Murray, en la final de Montreal y Karlovic, en Doha, a comienzos de este año.
Se ha llevado 11 títulos en 2015. Entre ellos, 3 Grand Slam: Open de Australia, Wimbledon y US Open. 6 Masters 1000: Indian Wells, Miami, Monte Carlo, Roma, Shangai y Paris. Ha ganado en Beijing y este último título, la Copa de Maestros, que ya ha ganado cuatro veces y de forma consecutiva. 11 títulos que hacen que este año haya sido, como él mismo afirmó, el mejor de toda su carrera deportiva. Mejor incluso que 2011, año en el que llegó a conseguir 10 títulos.
En 2011, Novak jugó 76 partidos. De todos los encuentros que disputó, solo perdió 6. Y se llevó a su casa los trofeos de: Open de Australia, Wimbledon y US Open; Masters 1000 de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma y Canadá, además de los de Dubai, Belgrado. Se le resistió Roland Garros, que perdió en semifinales contra Roger Federer. Aún hoy, El Open francés es el único Grand Slam que aún no ha sido capaz de ganar.
11 títulos en un solo año, y tres Grand Slam entre ellos, es algo muy difícil de repetir. Ahora tendrá unas buenas vacaciones y comenzará a entrenar para la siguiente temporada de tenis. Seguro que su objetivo, al menos, es igualar la hazaña lograda este 2015 pero llevándose un título más a casa, el de Roland Garros, ese que tanto le ha hecho sufrir.
Si hay alguien que puede conseguir semejante objetivo, ese es Novak Djokovic. Veremos cómo empieza la próxima temporada. Desde luego, en 2015 ha dejado claro que no hay nadie como él en estos momentos. Es el gran dominador. Es el número 1. Y pasará a la historia como uno de los más grandes. O el más grande, porque, ¿quién sabe hasta dónde puede llegar Novak Djokovic?