MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El tenista español Rafa Nadal ha conquistado este domingo su décimo título de Roland Garros, segundo 'Grand Slam' de la temporada, tras arrasar en la final al suizo Stanislas Wawrinka (6-2, 6-3, 6-1), un hito con el que el de Manacor alcanza su 15º 'grande' y supera a Pete Sampras (14).
Sin perder un set en todo el torneo parisino, Nadal alcanza lo que ningún otro hombre ha logrado en la Era Open: alzar, por décima vez, el mismo 'grande' (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2017), e igualar, en otros tiempos, al estadounidense Bill Tilden, que logró también diez US Open entre 1918 y 1929. Con ello, se queda a sólo tres 'Grand Slam' del suizo Roger Federer (18), en la cima del Olimpo de los dioses del tenis.
En medio de una calurosa ovación, los contendientes saltaron a la arcilla de la Philippe Chatrier dispuestos a prolongar su idilio con la historia; Nadal, en busca de convertirse en el primer tenista masculino en conseguir diez veces el mismo 'Grand Slam' -lo consiguió, en mujeres, la australiana Margaret Court-, y Wawrinka, para intentar hacer pleno en finales de un 'grande' -llegó a la cita con tres de tres-.
Así, el intercambio de golpes caracterizó los primeros compases de la cita, en donde el manacorí tuvo que salvar una bola de quiebre en el tercer juego antes de que el helvético hiciera lo propio en el cuarto, eternizado en más de quince minutos.
El balear tuvo que aguardar hasta el sexto juego para firmar su primer quiebre del encuentro, en su segunda oportunidad y culminado con un punto en la red. Fue el desarme para Wawrinka, que dos juegos después volvió a ceder su servicio para que Nadal se hiciese con el primer set del choque en 43 minutos.
El duelo tornó en frustración para el suizo, que intentaba una y otra vez rehacerse; cada vez que asomaba la cabeza, Nadal se encargaba de cerrarle la puerta. Una bola a la red de 'Stan' permitió al mallorquín quebrar el saque de su rival, confirmado en el tercer juego.
El impecable juego del nueve veces ganador en la arcilla parisina desesperaba al helvético, que sólo ha conseguido vencer al español en tres de las 18 ocasiones previas en las que se habían enfrentado. Desquiciado por completo tras un gran resto respondido con una impresionante derecha paralela de Nadal, estampó su raqueta contra el suelo, dejándola inservible. Nada evitó una nueva derrota en el segundo parcial.
El 'break' con el que abría la tercera manga comenzaba a despejar el camino al Olimpo para Nadal, que, con dos nuevas roturas en el quinto y el séptimo juegos ante un rival ya desquiciado, selló el triunfo dejándose caer sobre su amado polvo de arcilla parisino, ante la atenta mirada de espectadores ilustres como el Rey emérito Juan Carlos I o su amigo Pau Gasol.
Una vez más, el balear había conseguido hacer historia y escribir, con letras de oro, su nombre en su torneo fetiche, su 'casa'. Además de la 'Copa de los Mosqueteros', Nadal se marcha de parís con otro premio: el regreso al número dos del ranking ATP, algo que no ocurría desde el 6 de octubre del 2014. Rafa siempre vuelve.