MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El tenista español Rafa Nadal afronta a partir de este miércoles el torneo de París-Bercy, noveno y último Masters 1.000 de la temporada en el que espera continuar con el aumento de sensaciones que ha dado en este tramo final de temporada.
El balear parece que poco a poco va olvidando sus problemas, según él mismo más a nivel mental que físicos, y vuelve a mostrarse como un jugador competitivo y más regular que en los primeros nueves meses del año, marcado por los altibajos y por varias decepciones.
Ahora, en un momento de campaña que casi siempre le ha sido esquivo, el exnúmero uno del mundo ha afianzado su tenis con buenas actuaciones en los últimos torneos y quiere aprovechar este momento para llegar dispuesto a plantar 'batalla' en las ATP World Tour Finals, pero sobre todo para estar listo para el 2016.
Dos finales, en Pekín y en Basilea, perdidas ambas ante el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, pero con diferentes sensaciones, y las semifinales en el Masters 1.000 de Shanghai, tras un partido apretado con Jo-Wilfried Tsonga han demostrado que vuelve a disfrutar en la pista.
Además, en el torneo suizo sacó adelante partidos que empezó perdiendo y que aumentaron su nivel anímico, que debe ahora ratificar en París-Bercy, donde no participó el año pasado y en el que sus anteriores cuatro presencias acumula una final perdida ante David Nalbandián (2007), dos semifinales (2013 --David Ferrer-- y 2009 --Novak Djokovic--) y unos cuartos (2008 --Nikolay Davydenko--).
Nadal, que ya ha sido eliminado del cuadro de dobles con el indio Leander Paes al caer por 6-3, 6-4 ante el dúo Dominic Inglot y Robert Lindstedt, debutará este miércoles ante el checo Lukas Rosol, verdugo de Guillermo García López en primera ronda.
El tenista balear va por el lado del casi imbatible Djokovic, al que vería en las semifinales, y en el caso de superar sus dos primeros partidos, se podría ver las caras en cuartos con el suizo Stanislas Wawrinka.