Swiatek-Haddad Maia, segunda semifinal femenina de Roland Garros

MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

La tenista polaca Iga Swiatek y la brasileña Beatriz Haddad Maia protagonizarán la segunda semifinal del cuadro femenino de Roland Garros, segundo 'Grand Slam' de la temporada y que se disputa sobre tierra batida, tras eliminar este miércoles a la estadounidense Coco Gauff (6-4, 6-2) y a la tunecina Ons Jabeur (3-6, 7-6, 6-1).

La número uno del mundo prosigue firme en su defensa del título y en busca de su tercera corona en la arcilla roja parisina después de llevarse de nuevo con claridad la reedición de la última final ante una Gauff, que tiene en esta rival a su auténtica 'bestia negra'.

La americana, sexta cabeza de serie, encajó su séptima derrota ante Swiatek en otros tantos partidos, todos ellos sin poder ganar ni siquiera un set. En este duelo, sólo hubo algo de 'batalla' en el primero, cuando Gauff fue capaz de equilibrar un 'break' inicial y mantener la igualdad hasta el 4-4. Sin embargo, la polaca rompió en blanco cuando la estadounidense sacaba para el 5-5.

Gauff intentó seguir con opciones en el partido y tuvo su mejor oportunidad con un 15-40 y una bola más de rotura en el tercer juego de la segunda manga que no supo aprovechar. La defensora del título aceleró y se llevó los últimos cuatro juegos para meterse en la penúltima ronda del torneo.

Ahí se enfrentará a la brasileña Beatriz Haddad Maia, verdugo de la española Sara Sorribes en octavos y que se convirtió en la primera jugadora de su país en alcanzar las semifinales de Roland Garrros y la primera en hacerlo en un 'Grand Slam' de la Era Open desde Maria Bueno en el US Open de 1968.

Para emular a su compatriota, la sudamericana, decimocuarta favorita, tuvo que librar otra dura 'batalla' ante Ons Jabeur, tercera cabeza de serie y que dominó con autoridad el primer set para ponerse por delante (6-3). A partir de ahí, el partido se igualó en el segundo, donde las dos defendieron sus saques para decidirlo en una 'muerte súbita', favorable (7/5) a una Haddad Maia, más fresca en la tercera y decisiva que la tunecina, que no ganó ninguno de sus cuatro servicios.