MADRID, 9 Mar. (EDIZIONES)-
La granjera y madre de dos hijos Emma Haag, de Suffolk, tiene un adorable perro de tres años, Mable. Cuando empezó la pandemia del coronavirus, Emma se dio cuenta de que la educación online de sus hijos se había vuelto demasiado aburrida y quería hacerla más divertida y alegre.
De esta manera, rescató a dos gatitos asilvestrados, de los cuales Mable se obsesionó al instante y empezó a dormir cerca de ellos y a vigilar su puerta. Emma decidió entonces comprar algunos huevos y un equipo de incubación para ayudar a sus hijos a incubar sus propios pollos y patos y, una vez más, Mable se obsesionó con ellos y quiso participar.
Desde entonces, Emma ha hecho crecer poco a poco a los animales de la granja y Mable se ha convertido en la niñera de todos ellos. A la perra, nada le gusta más que acurrucarse con ellos y protegerlos.