MADRID, 18 may. (EDIZIONES)
Si pensabas que los seres humanos y los primates eran los únicos animales capaces de fabricar herramientas para su beneficio, te equivocabas. Hace tiempo los estudios observacionales de una especie específica de pulpo cambiaron todas las teorías anteriores sobre este asunto. Y ese pulpo es el Anfioctopus marginatus.
El Anfioctopus marginatus o pulpo de coco habita en los océanos Pacífico e Índico occidental y prefiere las aguas costeras poco profundas del sur de Japón, Australia, Nueva Guinea y Sudáfrica, así que es fácil localizarlo también en bahías, lagunas y otras ensenadas.
Su alimentación se basa en cangrejos, almejas y camarones, a los que caza combinando técnicas depredadoras activas y pasivas.
En estas imágenes capturadas por Denise McIntyre, técnica de laboratorio, de 29 años, en el estrecho de Lembeh, Indonesia, en octubre de 2019, se puede ver que estos pulpos son también muy curiosos.
Aunque esto no es lo verdaderamente sorprendente de este fascinante animal.
Una de sus características más llamativas es la capacidad de esta especie de pulpo de caminar con sus extremidades adoptando una postura bípeda. El pulpo de coco es capaz de usar el método común de otras especies y también el de caminar solo con dos brazos extendidos y lo hace mientras lleva una cáscara de coco en la cabeza como forma de escudo y camuflaje.
Esto último tiene que ver con otra de las características que lo hacen especial: usar herramientas. El pulpo de coco se dedica a buscar activamente cáscaras de coco y conchas vacías de diferentes tamaños para darle diferentes usos.
Algunas pueden resultar útiles como cascos de camuflaje; otras son útiles como escudos; y otras, como bloques apilables para refugios. Esto significa que el pulpo de coco es selectivo en las materias primas que utiliza para sus herramientas.