EDIZIONES, 2.Jul
¿Quién dijo que la amistad entre los perros y gatos no era posible? Los protagonistas de esta historia, un cachorro de husky siberiano y un pequeño minino, demuestran que este tópico está 'pasado de moda' y que entre ellos existe una relación de lo más especial.
Según Christina, la dueña del perro, "Raven siempre quiso tener un fiel amigo con el que compartir horas y horas de juego". Por esta razón, se dirigió a un refugio de Lubbock, Texas, y dejó que el perro "decidiera quién sería el nuevo miembro de la familia". Una vez allí, sólo un animal consiguió robarle la atención: el adorable Woodhouse.
La conexión que tuvieron desde el principio fue determinante para que Christina se decidiera por el minino y aceptara la decisión de Raven. Sin embargo, reconoce que "yo siempre había querido un perro y un gato para se criaran juntos. Tenía ese objetivo en la vida. Quería, más que nada, que ellos se llevaran bien".
Parece que le tomaron la palabra porque, pasado un año desde entonces, ambos continuan siendo inseparables. Y, aunque "ya no se abrazan como antes" siguen pasado "mucho tiempo juntos".
A continuación, pueden observar las imágenes que prueban tan emotiva y especial relación.