MADRID, 2 jun. (EDIZIONES)
Un bulto extraño llamó la atención de la persona que se encontró a este gato abandonado en el arcén de una carretera. El animal tenía heridas por todo el cuerpo, pero había una que era especialmente llamativa porque estaba situada en su cabeza y daba la sensación de tener el cerebro expuesto.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 5 de mayo y, tras el rescate, el gato fue llevado al veterinario para recibir asistencia médica.
Allí, Taylor Loring, asistente veterinaria, de 23 años, de Bluffton, Carolina del Sur (EE.UU.), se encargó del cuidado de Skully.
El cachorro llegó con tres heridas abiertas, una de ellas llena de gusanos.
No se sabe con certeza cómo se hizo Skully sus heridas, pero Taylor se ha aventurado a adivinar que podría haberse caído de un coche o haberse quemado con el motor de un automóvil.
Por fortuna, se encuentra en buenas manos y poco a poco se va recuperando.
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