MADRID, 20 Jun. (EDIZIONES) -
Estos adorables cachorros fueron salvados por esta familia poco antes de que estuvieran a punto de ser sacrificados.
Alyssa Broughton, de 28 años, no podía permitir que Odin, un pastor alemán de cinco años, y Maisie, un cruce de pastor alemán de un año, perdieran un hogar lleno de amor.
Después de que ambos perros estuvieran a punto de ser sacrificados, Odin por agresivo y Maisie por derribar al hijo de su dueña, Alyssa, adiestradora canina profesional, quiso darles una segunda oportunidad en la vida.
Ahora han creado un vínculo inquebrantable entre ellos, así como con Alyssa, que muestra orgullosa su transformación y lo lejos que han llegado. Ella misma lo explica: "Quería mostrar la transformación de Odin con el tiempo, a medida que aprendía a sentirse seguro y a abrirse a Maisie".
Admite que los adiestradores sienten una enorme presión por tener un perro bien educado, porque quieren que todo el mundo se encuentre a salvo y el animal feliz. "En el caso de Odin, nos aseguramos de llevar todo a su ritmo y de no ponerle en situaciones para las que no estuviera preparado".
El castigo nunca fue una opción para adiestrar a ambos perros, ya que, como ella misma menciona "se sentían muy inseguroa en el mundo, y yo no quería convertirme en otra cosa insegura en sus vida".
Bajo su experiencia, la mayoría de los perros reaccionan por miedo y, utilizan comportamientos agresivos (como gruñir, ladrar o embestir) para que desaparezca. "No sabemos mucho sobre la historia de Odín. Sabemos que su familia original intentó sacrificarlo por agresividad".
Menos conoce de la historia de Maisie. Su familia dijo que había mordido a su hijo, para más tarde admitir que era mentira. "Sólo les había golpeado porque es una cachorra grande y enérgica que no conoce su tamaño. No tiene un ápice de maldad".