DESCONECTA, 04 jun.
Una práctica usada habitualmente por algunos propietarios de perros, y poco recomendada, es dejar a los perros encerrados en el interior del coche cuando van a hacer un recado. Un hábito peligroso, sobre todo cuando hace calor fuera.
En un lugar tan cerrado y sin espacio para tener movilidad, el animal, que no está acostumbrado a este tipo de situaciones, puede experimentar ataques de ansiedad y puede llegar a deshidratarse muy rápidamente. Una situación verdaderamente angustiante que el fotógrafo, Martin Usborne, conoce muy bien.
"A temprana edad, me dejaron en un coche encerrado. No recuerdo cuando o donde, posiblemente cuando tenía cuatro años, en un supermercado durante sólo 15 minutos. Los detalles no importan. El punto era que yo deseaba que alguien regresara a por mí. El pánico que sentí era tan fuerte: en la mente de un niño siempre cabe la posibilidad de quedarse sólo para siempre".
"Más o menos a esa misma edad empecé a sentir afinidad por los animales, especialmente, después de ver un documental de maltrato animal. Lo que más me horrorizó fue que el perro no tenía derecho a réplica.
Usborne recreó éstas escenas con el objetivo de plasmar en una instantánea, metafóricamente, el silencio de los canes cuando se les deja solos en un coche. Y el resultado le sorprendió mucho al ver las reacciones de los animales: algunos tristes, otros expectantes, o enfadados.
Cabe señalar que las fotos no están tomadas de forma accidental y que Usborne colocó ahí a los animales únicamente para la sesión de fotos.
Ver más: http://martinusborne.com/dogs-in-cars/