MADRID, 27 May. (EDIZIONES)-
Amber Kipp, de 31 años, ha adiestrado a su gata de dos años, Princess Peach, para que toque en un pequeño piano de juguete en su casa de Grand Rapids (Michigan, EE.UU.).
Amber se hizo con el piano cuando vio un vídeo viral de un gato que tocaba uno cada vez que tenía hambre, y esperaba que uno de sus tres gatos aprendiera a hacerlo también.
La princesa Peach, que perdió un ojo en una pelea con otro gato cuando aún era salvaje, es la única que pisa las teclas del piano a cambio de golosinas. Amber dijo: "No sabía que existían los pianos pequeños hasta que vi eso y supe que tenía que conseguir uno".
"Sin embargo, parece que le encanta tocar su instrumento y crear melodías solo para conseguir golosinas", explicó.
La Princesa Peach lleva más de un año tocando y lo hace a cualquier hora del día o de la noche. Amber añadió: "Resumiendo, ha sido quizá la mejor compra que he hecho en mi vida".