MADRID, 29 abr. (EDIZIONES)
Poppy, una bulldog francés de siete años, de San Francisco (California, EE.UU.), se quedó en silla de ruedas debido a una enfermedad crónica llamada IVDD, o enfermedad del disco intravertebral. Además de eso, Poppy perdió uno de sus ojos en una pelea con otro perro.
Pero, por fortuna, la perrita cuenta con su dueña, Gillain Currie, de 28 años, que se encarga de que no se pierda ninguna de sus sesiones de fisioterapia, y tampoco ninguno de sus paseos al aire libre.
En estas imágenes grabadas por Gillian se puede ver a la perrita disfrutando de paseos por la playa o el parque.
Los vídeos de Poppy disfrutando de una buena vida se han hecho virales en Internet con cientos de miles de visitas.