MADRID, 28 Ene. (EDIZIONES)
Lorrie Brown, natural de Branson (Missouri, EE.UU.), construyó un parque en su propiedad cuando todos los espacios para perros cerraron debido al COVID-19. Desde entonces, el estadounidense ha construido 16 kilómetros de senderos que incluyen una cabaña, un estanque y una zona de acampada.
Los senderos han sido una gran fuente de ejercicio y desconexión para Lorrie y sus tres perros, e incluso sus gatos se han unido a las caminatas. Durante sus caminatas, se han hecho amigos de un ciervo y han conocido a una familia de patos.
"Kai siguió a los patos desde que los patitos nadaron en nuestra piscina y ahora los seguirá también en el estanque", explicó Lorrie. "Al perro le encanta jugar con los patos, aunque de vez en cuando reciba una mordida por parte de sus amigos", concluyó. El divertido vídeo, muestra a Kai siendo mordido por uno de los patos.