MADRID, 24 nov. (EDIZIONES)
Trish Brewster de Kyleakin, Isla de Skye, instaló una cafetería en el jardín de su casa para que los animales salvajes que solían visitarla cada noche tuvieran algo que echarse a la boca y la llamó 'Wild West Wildlife Cafe'.
La idea ha resultado ser un éxito y, cada noche, la mujer, de 55 años, recibe la visita de tejones, pavos reales, ratones de campo y pájaros hambrientos.
En el menú hay cacahuete, pasas sultanas, mantequilla de cacahuete, mermelada, queso y, a veces, huevo.
Si bien Trish no obtiene beneficio económico de este negocio, goza de una gran ventaja: poder disfrutar de la presencia de estos animales, aunque admite que a veces resulta complicado y caro mantener contentos a sus "clientes".
La mujer, además, ha instalado una cámara frente a la puerta de cristal que da al jardín para filmar a sus comensales y no perder detalle de lo que sucede cuando no está presente.