MADRID, 16 nov. (EDIZIONES)
Era mayo de este 2020 cuando Todd se acercó por primera vez al jardín de la casa de Nathan Gordon, de Glasgow, Reino Unido. Desde entonces lo visita con bastante frecuencia en busca de buena compañía.
Aquel primer acercamiento, Todd, como cariñosamente lo bautizó Nathan, era un zorro escuálido en busca de algo que echarse a la boca. Por suerte para el cánido, el hombre decidió tenderle su mano y ofrecerle un poco de comida.
En el siguiente encuentro, la cosa fue más o menos igual y así fueron pasando los días hasta que su relación se fue fortaleciendo poco a poco.
Ahora, el hombre y el zorro mantienen una relación de amistad que alimentan cada cierto tiempo, cuando a Todd le apetece acercarse a la casa de su amigo a compartir un poco de tiempo juntos.