DESCONECTA, 15 Abr.
El postre más típico de esta época siempre ha estado envuelto en un halo de misterio en cuanto a su origen se refiere. El hecho de convertir el pan duro en delicioso manjar tiene su punto de intriga y misticismo.
La torrija es un dulce, que aunque se puede comer en casi todas las épocas del año, es tradicional en tiempo de Cuaresma. En su momento, se hacían torrijas para que los comensales de la mesa quedaran prontamente saciados ya que estando en época de ayuno, necesitaban otra fuente de alimento que les diera energía.
Y qué alimento completo puede saciar más rápido que pan mojado en vino, rebozado con huevo y frito. Bien se entiende con la expresión madrileña: "al cochero lo que quiera, y al caballo una torrija".
¿Torrijas en Roma?
Según algunos expertos, la historia de las torrijas viene unida a la Antigua Roma. Marco Gavio Apicio fue un gastrónomo romano del siglo I d. C., y supuesto autor del libro De re coquinaria, donde se mencionaban las torrijas.
Su orígen en la Edad Media
Según Wikipedia, su orígen está documentado en el siglo XV por Juan de la Encina: "miel y muchos huevos para hacer torrejas", como plato reconfortante a las parturientas.
"Las rebanadas de parida": Las ascendentes judías
Sin embargo, también está la misma leyenda pero eran los españoles de origen judío, los que preparaban este contundente alimento, similar a las torrijas, para dárselo a las recién paridas. ¿El motivo? Se creía que su leche sería más abundante.
Zalabiya: El tatarabuelo de las torrijas
La comida andalusí tiene mucho de la cultura árabe que reinó el territorio durante siglos y de ella han heredado el saber hacer de los deliciosos postres árabes. Uno de esos postres eran las Zalabiyya, un pan frito con aceite y rociado con miel.
La Resurrección del pan muerto: Origen místico y divino
Esteban Fernández, de la Asociación Empresarial de Pastelería Artesanal de la Comunidad de Madrid y perteneciente a la cuarta generación de una antigua estirpe de pasteleros, cuenta una historia cargada de simbología:
"Las torrijas, al igual que la Semana Santa, representan la vida y muerte de Jesús. Según el rito católico, el pan es el cuerpo de Cristo, que muere en este tiempo, del mismo modo que la base de las torrijas es pan muerto. La leche, los huevos y la fritura -nos detalla- se entienden como los baños necesarios para que el cuerpo resucite y dicha fritura refleja el sufrimiento del Señor. Se produce la resurrección del pan muerto y de ahí la consideración de postre divino".
Es posible que nunca sepamos el origen de las torrijas pero parece ser que desde siempre han estado ahí y por algo será. Esta Semana Santa podéis disfrutar haciendo vosotros mismos esta exitosa receta de torrijas y disfrutar de este popular postre.