DESCONECTA, 19 Nov.
El Black Friday o viernes negro es, por si alguno a estas alturas no se ha enterado, la fecha marcada en el calendario de muchos consumidores para inaugurar sus compras navideñas aprovechando las rebajas y los grandes descuentos que muchas tiendas y grandes almacenes hacen.
Se celebra el día después de Acción de Gracias, es decir, el día siguiente del cuarto jueves del mes de noviembre y, aunque es más común ver las largas colas y las disputas por los artículos en países como Estados Unidos y Canadá, poco a poco esta costumbre se va extendiendo al resto de países, entre los que se encuentra el nuestro.
En España, las largas colas, las tiendas desordenadas y las disputas de los consumidores por llevarse el último artículo son escenas más típicas del comienzo de las rebajas de los comercios que, normalmente, suelen empezar después de Reyes, que del Black Friday, relegado en su mayoría a las compras por Internet.
Si bien es cierto que el Black Friday aplicado la comercio de a pie todavía no está tan arraigado en nuestro país como en Estados Unidos -donde en 2013 se llegaron a gastar más de 57 millones de euros- el interés generado por este día, demostrado en el aumento de búsquedas del término en Internet desde hace dos años, atisban que en un futuro -quizá no muy lejano- el comercio en España sea testigo de imágenes tan locas como las que las cámaras han recogido a lo largo de estos años en países donde el Black Friday es la definición del furor y del consumismo.