EDIZIONES, 26 jul.
Conocida como corriente de retorno, corriente de resaca o resaca simplemente, este tipo de fenómeno que se produce en las playas es una de las causas principales de ahogamiento. Por ello es importante conocer qué es, cómo detectar, qué hacer y cómo actuar ante una corriente de resaca.
¿Qué es una corriente de resaca?
Las resacas, a diferencia de otro tipo de corrientes, son canales estrechos y potentes de agua que se producen de manera perpendicular a la costa y que puede arrastrar mar adentro hasta al más experto nadador.
Estos canales se producen por el choque continuo de las olas con la orilla que poco a poco van excavando la arena. Cuando las olas llegan a la playa vuelven al mar cogiendo el camino de menor resistencia acumulándose en los canales y convirtiéndose en fuertes corrientes salientes.
Normalmente las resacas van a 2-3 km/h, la misma velocidad que un nadador medio, pero un secreto poco conocido hace a estas trampas mortales aún más peligrosas: la fluctuación de la velocidad. La velocidad a la que fluctúa el agua no es la misma siempre: puede estar a 2-3 km/h y en 90 segundos cambiar a 8 km/h, una velocidad que supera a la de un nadador olímpico. Esto es lo que coge a la gente desprevenida.
¿Cómo detectar una corriente de resaca?
Explicado el concepto de resaca, es interesante conocer cómo detectarlas y cómo se comportan.
En este sentido, no siempre es fácil identificar cuándo se está produciendo una corriente de resaca desde la orilla. Siempre es más fácil hacerlo desde una posición elevada. Sin embargo, existen algunos trucos como el de desconfiar de las zonas de la playa donde el oleaje es menos intenso y parece en calma, ya que, generalmente, es ahí donde se encuentra la corriente de retorno.
En caso de duda, lo más recomendable es preguntar a un socorrista.