MADRID 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La sanidad es un aspecto esencial en cualquier sociedad, aunque el acceso y el coste pueden variar significativamente entre países. En Suiza, donde el modelo sanitario es privado y se basa en seguros obligatorios, los pacientes deben asumir una parte de los gastos médicos. Esta realidad la ha compartido David Castillo, un español residente en el país helvético, a través de su cuenta de TikTok, 'dcastip', donde ha relatado su experiencia al acudir a urgencias tras sufrir una dolencia severa causada por un virus.
Según su testimonio, hace aproximadamente un mes, Castillo fue atendido en un hospital suizo debido a fuertes dolores abdominales y vómitos persistentes que lo llevaron a un estado de deshidratación. La gravedad de los síntomas lo obligó a acudir de madrugada, donde recibió atención inmediata. "El hospital es una maravilla, no había casi gente, y el triaje fue prácticamente inmediato", comenta.
El coste de esta atención médica, según Castillo, ascendió a 551 francos suizos (aproximadamente 570 euros), un importe que cubrió todos los servicios prestados durante su estancia hospitalaria (suero intravenoso, medicamentos y análisis de laboratorio), así como las ocho horas en las que estuvo ocupando una cama. "Es caro o barato, depende de cómo lo veas", reflexionó.
¿CÓMO FUNCIONAN LOS SEGUROS MÉDICOS EN SUIZA?
A raíz de las dudas generadas tras compartir su experiencia, Castillo publicó otro vídeo en el que explicó cómo funciona el sistema sanitario en Suiza.
Según detalla, todos los residentes están obligados a contratar un seguro médico. El seguro básico cubre las necesidades esenciales, como operaciones y tratamientos por enfermedades graves. Además, existen "complementarias" que incluyen beneficios adicionales, como cobertura para gafas, gimnasios o incluso rescates en helicóptero. "Las complementarias pueden encarecer mucho más el seguro si no eliges con cuidado", advierte el creador de contenido.
Una vez contratado el seguro básico y, si se desea, las complementarias, los usuarios deben seleccionar una franquicia que se adapte a sus necesidades. Esta franquicia es el importe que el asegurado debe pagar de su bolsillo antes de que la aseguradora comience a cubrir los gastos médicos. Castillo explica que la franquicia puede oscilar entre 300 francos suizos, ideal para quienes requieren atención médica frecuente, y 2.500 francos, destinada a quienes acuden al médico con menor regularidad. "Es anual, es decir, yo tengo que pagar todos los tratamientos, visitas al médico y urgencias que no superen los 2.500 francos", señala.
Una vez alcanzado el límite de la franquicia, la aseguradora comienza a cubrir el 90 % de los gastos, mientras que el paciente debe asumir un copago del 10 %, con un máximo de 700 francos anuales.
Castillo destaca que, aunque el sistema pueda parecer caro, está diseñado para ser manejable en un país donde los sueldos son altos. "Nosotros ahorramos la franquicia anual y sabemos que, si pasa algo, podemos hacer frente al gasto. Es cuestión de organización", concluye.